(Katolisch/InfoCatólica) La maestra de primaria Marisa Francescangeli, de 58 años de edad, había confeccionado con los niños, el último día de clase antes de Navidad, una pulsera estructurada como un rosario. Luego rezó con ellos un rosario, un avemaría y un padrenuestro. Cuando los padres de dos niños se quejaron por ello, la profesora se disculpó en una reunión de padres; los actos religiosos no están permitidos en las escuelas públicas en Italia.
Salvini dice que es una locura
A mediados de marzo, la dirección de la escuela, tras consultar a la autoridad educativa provincial, impuso a la profesora una suspensión de funciones de 20 días y una reducción de sueldo como sanciones disciplinarias. Cuando se ausentó de clase a causa de la suspensión, que estuvo en vigor del 27 de marzo al 15 de abril, el asunto se hizo público. Primero los medios de comunicación locales y luego los nacionales se hicieron eco del caso.
Matteo Salvini, líder de uno de los partidos que conforma la coalición gobernante, calificó de «locura» la decisión del consejo escolar.
Por su parte, Francescangeli ha dicho en diversas entrevistas que ha presentado un recurso legal contra la sanción disciplinaria.