(LifeSiteNews/InfoCatólica) El padre Gerald Murray reprendió duramente al cardenal Jean-Claude Hollerich, SJ, por cuestionar la doctrina católica sobre el sacerdocio y la homosexualidad, y dijo que el cardenal vaticano y asesor papal debería «dimitir» si no acepta la doctrina de la Iglesia.
En el programa The World Over de EWTN del jueves, el padre Murray, abogado canónico y sacerdote de la archidiócesis de Nueva York, arremetió contra Hollerich por sus recientes afirmaciones de que la doctrina católica contra la ordenación de mujeres no es infalible y que la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad es «dudosa» e «imposible» de cumplir para algunas personas.
P. Murray: Negar la doctrina de la Iglesia sobre la ordenación de mujeres es «herético»
En una entrevista el lunes con el periódico croata Glas Koncila, Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, dijo que «con el tiempo» un Papa podría «decidir en contra» de la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis del Papa San Juan Pablo II.
Juan Pablo II enseñó en Ordinatio Sacerdotalis que la Iglesia no puede ordenar mujeres al sacerdocio y «que este juicio debe ser sostenido definitivamente por todos los fieles de la Iglesia».
Hollerich, que también es relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad del Papa Francisco y miembro del Consejo de Cardenales del Papa, dijo que «no estaba seguro de que se pudiera llamar» infalible a la Ordinatio Sacerdotalis, y afirmó que «podría haber algún espacio para ampliar la enseñanza - para ver cuáles de los argumentos del Papa Juan Pablo II podrían desarrollarse».
Si la Iglesia da más «responsabilidad pastoral» a las mujeres, «entonces tal vez podamos ver si todavía hay un deseo entre las mujeres para la ordenación», dijo.
Es el Papa Francisco «quien tiene que decidir» si la Iglesia puede ordenar mujeres al sacerdocio, afirmó además el cardenal. «Pero por el momento, si el Papa Francisco me dice que no es una opción, no es una opción».
Los comentarios de Hollerich, además, señalan que el Sínodo sobre la Sinodalidad se está convirtiendo en una «batalla campal», lamentó el padre Murray.
«El cardenal Hollerich está haciendo exactamente lo que temíamos que iba a suceder, que el Sínodo sobre la Sinodalidad se convirtiera en una batalla campal», dijo. «Esto no es la Iglesia. La Iglesia católica fue fundada por Jesucristo con doctrinas y prácticas que no cambian cuando cambia el calendario».
«Así que el cardenal Hollerich ha hecho algo muy gravemente perjudicial para la unidad de la Iglesia, y espero que el Santo Padre le reprenda», dijo.
Hollerich 'debería renunciar a su cargo' si rechaza la doctrina católica sobre la sodomía
El padre Murray también criticó al cardenal Hollerich por sus comentarios sobre la homosexualidad.
En su entrevista con Glas Koncila, el cardenal luxemburgués dijo que «la parte de la doctrina que califica la homosexualidad de 'intrínsecamente desordenada' le parece un poco dudosa» y sugirió que para algunas personas es imposible no cometer sodomía.
«Para algunos de ellos es posible ser castos, pero llamar a otros a la castidad parece como hablarles en egipcio», dijo. «Si les pedimos cosas imposibles, los desanimaremos».
«Si decimos que todo lo que hacen es intrínsecamente malo, es como decir que su vida no tiene valor», añadió.
Pero Hollerich «falta completamente a la verdad católica en esto», respondió el P. Murray.
«La ley de Dios no es imposible de cumplir, así que la ley de Dios que prohíbe la sodomía no es imposible de cumplir para nadie», dijo el sacerdote. «Simplemente hay que abstenerse de realizar ese acto malvado».
El Concilio de Trento declaró como dogma que los mandamientos de Dios no son «imposibles de cumplir», lo que han reafirmado varios papas, entre ellos Juan Pablo II en Veritatis Splendor y Pío XI en Casti Connubii.
«Decir a la gente que el pecado no es pecado, y que no se espera que sigan las antiguas reglas, esto es destructivo», dijo. «¿Por qué este hombre, como cardenal, hace esto? ¿No entiende que es un subversivo? Si no cree en la enseñanza, debería renunciar a su cargo e irse, porque no es así como se supone que deben comportarse los cardenales católicos».
Los líderes sinodales promueven «ideas heréticas e inmorales»
Volviendo al Sínodo de la Sinodalidad, el P. Murray advirtió de las «ideas heréticas» promovidas por los líderes sinodales y describió la iniciativa como fundamentalmente «política».
«Esencialmente, se trata de un proceso político en el que las personas que están a favor de una cosa están a cargo del proceso, y promueven todo tipo de ideas malas, ideas heréticas, ideas inmorales, y luego se supone que debemos sentarnos allí y decir: 'Supongo que esto es de lo que tenemos que estar hablando'. Esto no es en absoluto de lo que tenemos que hablar», dijo.
«Como sacerdote católico de la ciudad de Nueva York, asistí a la reunión sinodal que celebramos en nuestra zona, y la mayor parte de las preocupaciones eran cómo hacer que nuestras parroquias sean más dinámicas», relató.
«El tema básico va a ser: queremos ordenar mujeres diáconos y después quizá sacerdotes. Queremos que los católicos divorciados y "vueltos a casar" tengan libre acceso a los sacramentos. Queremos afirmar el estilo de vida homosexual como algo bueno y que debe ser bendecido. Y así sucesivamente. Queremos que los sacerdotes puedan casarse, y ¿dónde acaba esto?».
«Es triste decirlo -y es lo que más lamento-, esto es una enorme pérdida de tiempo, pero peor que eso, está desorientando a los fieles».
Varios prelados se han pronunciado contra el Sínodo sobre la Sinodalidad en los últimos meses, criticando los documentos sinodales por entrar en conflicto con la tradición apostólica y condenando a altos funcionarios del Sínodo, incluido Hollerich, por contradecir la doctrina católica.
Un documento de trabajo para el Sínodo desvelado por el Vaticano en octubre citaba acríticamente llamamientos a la ordenación femenina y a «un espacio más acogedor» para «personas que viven en un matrimonio polígamo», ex sacerdotes casados y «personas LGBTQ».
En mayo, la página web oficial del Vaticano para el Sínodo escandalizó a los católicos al elogiar la adopción homoparental, que la Iglesia enseña que es gravemente inmoral y, de hecho, una forma de «violencia» contra los niños.
El cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, que supervisa el Sínodo sobre la Sinodalidad, sugirió el año pasado que la Iglesia podría cambiar su doctrina sobre las «bendiciones» homosexuales y la Comunión para los católicos divorciados y «vueltos a casar», lo que le valió una fuerte reprimenda del cardenal Gerhard Müller.