(CNA/InfoCatólica) O'Malley, que dirige la comisión, dijo sobre las declaraciones del dimitido Zollner:
«... estoy sorprendido, decepcionado y en total desacuerdo con sus afirmaciones hechas públicas cuestionando la eficacia de la Comisión. Ambos compartimos la opinión de que la protección de los niños y de las personas vulnerables sigue estando en el corazón de la misión de la Iglesia y la Comisión continuará manifestando esa convicción. La Comisión tiene programada una reunión plenaria en las próximas semanas, durante la cual podremos abordar estos y otros asuntos más a fondo como grupo.»
Zollner, de 56 años, miembro fundador de la Comisión para la Protección de Menores del Vaticano, dijo en un comunicado el 29 de marzo que «cuestiones estructurales y prácticas» dentro de la comisión le habían llevado a «desvincularse» de ella.
Una declaración del presidente de la comisión, O'Malley, emitida unas horas antes, había asegurado que la salida del sacerdote jesuita era un esfuerzo por reducir sus ya importantes responsabilidades administrativas, incluyendo «su reciente nombramiento como consultor para la salvaguarda de la Diócesis de Roma.»
En su crítica a la comisión, Zollner dijo que había «crecido su preocupación» por la falta de «responsabilidad, cumplimiento, rendición de cuentas y transparencia.»
«Estoy convencido de que estos son principios que cualquier institución de la Iglesia, y mucho más la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, está obligada a defender», dijo.
Zollner también criticó la «información insuficiente y comunicación vaga» con los miembros sobre cómo se tomaban determinadas decisiones.
«En lo que respecta al cumplimiento, ha habido una falta de claridad en cuanto al proceso de selección de los miembros y el personal y sus respectivas funciones y responsabilidades», dijo también el sacerdote. «Otro ámbito de preocupación es el de la responsabilidad financiera, que considero inadecuada. Es primordial que la comisión muestre claramente cómo se utilizan los fondos en su trabajo».