La Iglesia en España renuncia a las exenciones en dos impuestos

Ahí está el menestro de Profanaciones de Tumbas exclusivamente Católicas firmando pactos con la Iglesia de la Santa y Mundana Equis.

1. La Iglesia Católica no debe equipararse a una organización sin ánimo de lucro.
2. La Iglesia, vía impuestos, ni debe recibir del Estado ni debe pagar al Estado.

Más impuestos para el gobierno español y más dinero para gastar unos pocos en lo que muchos sabemos y otras cosas que no sabemos.

Favor que nos van haciendo, sin dinero del
Estado criptoconfesioal se irán los malos jerarcas y nos dejaran libres y en paz desarrollando todo nuestro potencial. Por cierto, debe acabarse lo de sacar
los cadaveres de la calle que van dejando los politicastros aqui y allá y que, además, son "de los suyos", que los asistan ellos.

Las exenciones más fuertes ya las consiguió la Iglesia con Aznar, a través de la Ley de fundaciones, mientras que después el gobierno de Zapatero aumentó el porcentaje de participación en el IRPF, con lo que quedó satisfecha.

Estas dos exenciones son muy limitadas: contribuciones especiales prácticamente no se imponen, están en desuso desde hace décadas, y el ICIO es muy inferior en recaudación a impuestos relacionados con inmuebles como el IBI o el ITPAJD

Es un gesto de cara a la galería.

Juan Mariner: "Favor que nos van haciendo, sin dinero del Estado criptoconfesional se irán los malos jerarcas y nos dejarán libres y en paz desarrollando todo nuestro potencial".

Pues no, eso no tiene por qué ser así.

16 millones de euros espera recaudar el Estado en palabras de Felix Bolaños. Una miseria en comparación con los 11.000 millones que obtiene la Iglesia por el IRPF. Evidentemente esto no es más que una cortina de humo para que el gobierno se cuelgue la medalla de igualitario y la CEE pueda respirar tranquila de los ataques de la izquierda durante unos meses. Tocaba ya el puñetazo del año y ha sucedido en versión light. Que son elecciones hombre.

Faltaría más el Masón 66, el que prohibió a los monjes del Valle de los Caídos que entrasen en la iglesia y los monjes no obedecieron y el Masón 66 les acusó de faltar a la autoridad. Entonces un abogado le preguntó "que si era creyente", a lo que el Masón 66 respondió que no, "pues entonces está claro que no lo entienda, los monjes fueron a sacar las Sagradas Formas del sagrario porque ustedes con su presencia estaban profanando el recinto".
Una parlamentaria hace un poco más de un año le llamó "el discreto", él lo entendió y yo también y afirmé que esa parlamentaria no terminaría la legislatura, como así ha sido.
Así pues, llamarle Gracita Bolaños es blanquearle y no tener el valor de llamarle lo que es: el Masón que dirigió la profanación de la tumba de Franco mediante el ritual de "la venganza" o el "8+1".

Recibir dinero, favores y prebendas del gobierno lleva inexorablemente al servilismo. No es la Iglesia de Cristo, una Iglesia servil a los poderes del mundo.

Colaborar con el mal es pecado.
¿Cómo narices se le ocurre a estos supuestos obispos de la Iglesia colaborar con los masones rojos hijos de Satanás dándoles dinero para que sigan enmerdando España y atacando a Dios?
Cada día que pasa están más cerca de Satanás.
Y encima quieren blanquear su postura disfrazándose de solidarios, justos y cumplidores: vamos a decir la verdad, cumplir con un gobierno y un Estado satánico es pecado mortal, estos gobernantes y poderosos no tienen autoridad de Dios para gobernar, no son nuestros gobernantes, son nuestros esclavizadores. No se puede obedecer a una autoridad inexistente, es un fraude y un sofisma afirmar que Dios manda obedecer a los gobernantes. No a los que han perdido su autoridad, convertidos en tiranos y además adoradores de Satanás.
La realidad es que muchos dentro de la Iglesia se sienten muy a gusto confraternizando con la sinagoga de Satanás.
Ya no nos chupamos el dedo.

Antonio José, los malos jerarcas se entregan a los suyos, poderosos, por un plato de lentejas.

Ya hace algunos años que también se derogó la exención de I.V.A. para los objetos de culto.
Era una cosa curiosa, porque las velas estaban exentas de dicho impuesto, pero si se usaban para una procesión tenían que pagarlo, es decir se consideraba que el culto se hace solo dentro de los templos.