(Asia News/InfoCatólica) La joven había sido secuestrada a finales de diciembre y convertida por la fuerza al islam por su captor, Muhammad Usman, un comerciante musulmán de la localidad de Chak 7, cerca de Faisalabad (en Punjab). Tras ser interrogada por los magistrados, Hoorab pudo finalmente reencontrarse con su padre, Basharat, y sus hermanos.
El 28 de diciembre de 2022, Hoorab Masih se dirigió a la tienda de comestibles de Muhammad Mustafa (donde trabajaba Usman), algo habitual para ayudar a su familia luego de la desaparición de su madre. Ese día, Usman la secuestró y la llevó de Faisalabad a Chiniot, donde fue violada, convertida y obligada a casarse con su secuestrador. Tras su detención, el autor confesó que el matrimonio con la niña no era legalmente válido, por lo que el 11 de febrero de 2023 la Comisión Municipal de Chiniot declaró que la unión era falsa e ilegal.
Antes de regresar a casa, la niña fue enviada a un centro de acogida para mujeres víctimas de abusos y violencia (Dar-ul-Aman), donde permaneció hasta el 24 de marzo, cuando expresó ante la justicia de Faisalabad que deseaba vivir con su padre.
A raíz de este caso, muchos activistas de derechos humanos volvieron a presionar al gobierno para que promulgue leyes que castiguen los intentos de conversión forzada perpetrados contra minorías religiosas, y para que se modifique la Ley de Matrimonio Infantil, que data de 1929. El objetivo es elevar a 18 años la edad mínima para contraer matrimonio -tanto para niños como para niñas- y declarar nulas las uniones con menores. El de Hoorab no es, de hecho, el único caso de abuso, secuestro y conversión forzada de mujeres jóvenes, como explicó la defensora de los derechos humanos Lala Robin Daniel.
El presidente de la organización Voice for Justice, Joseph Jansen, llamó la atención sobre la necesidad de condenar abiertamente estos delitos de coacción, ya que afectan a jóvenes menores de edad que no tienen capacidad para tomar esas decisiones por sí mismas. La activista Aneel Edger también señaló que la inacción institucional permite a los autores quedar impunes: en el caso de Hoorab Masih, se perdió el rastro de la joven debido a las fallas en la búsqueda policial.
La activista por los derechos de las mujeres Nadia Stephen declaró que es imperativo garantizar que las víctimas tengan acceso a un proceso justo. Esto tendrá un efecto inmediato sobre estos criminales y permitirá a las jóvenes redimirse.