(ACIPrensa/InfoCatólica) La comunidad católica en Nicaragua se ha congregado el día de ayer, 25 de marzo, día de la Solemnidad de la Anunciación del Señor, para realizar una Jornada de Adoración Eucarística por la Vida. El evento se realizó hasta las 5 de la tarde, en la Catedral de Managua.
Los Misioneros de la Domus Vitae (Casa de la Vida), quienes participaron en el evento, enviaron una nota a ACI Prensa informando: «Hoy, día de la Encarnación de Jesús en el vientre de la Santísima Virgen María, Nicaragua, aún en medio de la cruz, se postra a los pies del Santísimo Sacramento, reconociendo la presencia real del Hijo de Dios, de ese Dios que se hace Niño y se entrega en la cruz por amor».
Continua el texto: «En esta jornada de adoración eucarística por la vida, reconocemos, los latidos del corazón de Jesús vivo y es a sus pies que reparamos por el pecado del aborto físico y espiritual, que significa, abortar el plan de Dios en nuestras vidas».
«El mundo entero, debe clamar a Dios por su infinita misericordia. Hemos perdido muchos la esperanza, las guerras, enfermedades, abortos, todo nos lleva de pronto a creer que no hay esperanza», escribe. «Pero Nicaragua te dice, en medio del dolor, un pueblo que se postra y exalta la cruz, recibirá la fuerza que necesita para luchar por la santidad y así ser la voz de los que no tienen voz».
Con esta jornada de adoración, los misioneros buscan especialmente hacer un llamado a todos los fieles de la Iglesia e invitarlos a que abracen la Eucaristía para acercarse a la santidad. Los participantes afirmaron que «quizás hoy Nicaragua está en una fuerte cruz; pero, es esta cruz una fuente de amor para la Iglesia y para la humanidad, para que broten sacerdotes santos, familias santas, jóvenes, niños santos».
Debido a las fuertes represiones que ha ejecutado durante los últimos años la dictadura de Daniel Ortega en todo el país en contra de la Iglesia Católica, los misioneros de la Domus Vitae de Nicaragua han invitado a los fieles a no seguir viviendo con miedo, sino confiando en el Señor: «Que el Divino Niño Jesús nos selle con su Divino amor y con ese eterno amor, selle a todos los niños por nacer!», concluyeron.
