(GP/InfoCatólica) El arzobispo de Manila, cardenal José Advincula, presidió «la primera piedra» de las obras de construcción de la Capilla de la Divina Misericordia en el complejo del Seminario Menor de Nuestra Señora de Guadalupe. A la ceremonia asistió el rector del seminario, Padre Rico García, y varios clérigos de la Arquidiócesis.
Confesiones durante las 24 horas del día
Según informa Gaudium Press, el propósito de la nueva capilla, ubicada en la ciudad de Makati, Filipinas, es ofrecer la posibilidad de confesarse las 24 horas del día, durante toda la semana. «Creemos que este puede ser un lugar donde en cualquier momento una persona pueda acogerse al Sacramento de la Reconciliación», comentó el cardenal.
Según el Cardenal, la capilla está pensada sobre todo para aquellas personas que sienten la necesidad de reconciliarse con Dios en diferentes momentos. «Dios siempre ha esperado el momento adecuado en que una persona puede sentir, puede hacer y puede acercarse al Sacramento de la Reconciliación», destacó.
Sacramento de la Confesión
La confesión es uno de los signos más tangibles de la bondad de Dios, que nos ha dejado este Sacramento por el que perdona al penitente todos los pecados, por graves y numerosos que sean. Desde el comienzo de la Iglesia, los fieles buscaban a los Apóstoles para confesar sus faltas y recibir de ellos la absolución.
Este poder de perdonar, dado por Cristo a su Iglesia, se confiere a los sacerdotes a través del Sacramento del Orden Sagrado. Entre los requisitos para beneficiarse de este sacramento están los siguientes: hacer un buen examen de conciencia, arrepentirse de los pecados, decidir no volver a cometerlos, confesarlos y cumplir la penitencia impuesta por el confesor.