En Viena, el 16 de abril se llevará a cabo un evento llamado «Queens Brunch». Los organizadores describen un «espectáculo de drag para niños» con «actuaciones de drag» y «historias de amor y aventuras» que tendrá lugar en la «Villa Vida». El evento es adecuado para «niños de 12 años y menores». DE acuerdo al sitio web exxpress.at, la edad mínima según los organizadores es de cinco años.
Las «drag queens» que actuarán en este «espectáculo para niños» son hombres que afirman tener una identidad femenina o que enfatizan una «feminidad glamorosa y divina» en sus actuaciones.
La plataforma Christdemokratie ha llamado a la protesta contra el evento en su sitio web, acusando a los organizadores de una «sexualización imprudente de los niños de jardín de infancia y escuela primaria».
Expertos en el campo, como el psiquiatra juvenil y experto en disforia de género, el Dr. Alexander Korte, advierten sobre los efectos negativos. En menos de diez años, el número de niños y jóvenes tratados por disforia de género (un trastorno psicológico de la identidad de género que se acompaña de ansiedad, depresión e irritabilidad) en Alemania se han multiplicado por 25. Según el Dr. Korte, «trans» es un fenómeno temporal que afecta principalmente a un «grupo vulnerable de jóvenes mujeres». En Suecia, la frecuencia del diagnóstico entre las jóvenes ha aumentado un 1.500 por ciento en diez años.
En la fase en la que las adolescentes tienen que lidiar con su papel de género y con los cambios en su cuerpo debido a la maduración, pueden llegar a la «creencia errónea» de que son «trans». Esto se ve reforzado por el hecho de que en ciertos círculos es «cool» ser «trans». Según la plataforma Christdemokratie, los espectáculos de drag, como el «Queens Brunch», pueden aumentar la incertidumbre y la carga psicológica en niños y adolescentes.
La ciudad de Viena, bajo el gobierno del alcalde Christoph Wiederkehr (NEOS), ha destinado casi 2 millones de euros entre 2020 y 2022 para financiar eventos como el «Queens Brunch». La plataforma Christdemokratie advierte que el público objetivo es cada vez más joven. La organización señala que muchos de los grupos subvencionados también realizan consultas sobre terapia hormonal para niños con el fin de retrasar la pubertad. Los llamados «bloqueadores de la pubertad» pueden causar daños irreversibles, como una densidad ósea insuficiente o incluso la infertilidad. Según la plataforma Christdemokratie, este enfoque es «escandaloso e indignante», especialmente porque más del 85% de los niños afectados vuelven a aceptar su género biológico después de la pubertad.