(LSN/InfoCatólica) La Dra. Katie McHugh, autodenominada «ginecóloga y obstetra queer», publicó un tuit el viernes en el que calificaba el aborto de «común», «moral» y un «valor familiar». Como parte del mensaje, McHugh incluyó una foto de ella posando con una cánula, un instrumento utilizado en los abortos quirúrgicos para succionar a un bebé del vientre de su madre.
Happy Friday! #Abortion care is still legal in Indiana. We’re doing everything we can to keep it that way.#AbortionIsHealthcare - as well as a community priority, a family value, and a normal part of life!
— Katie McHugh, MD (she/her) (@KtMcH) February 17, 2023
Abortion is moral, common, and it isn’t going away.
Neither are we. ❤️ pic.twitter.com/B8ehep1wDi
«¡Feliz viernes! La atención al #Aborto sigue siendo legal en Indiana», tuiteó McHugh el viernes. «Estamos haciendo todo lo posible para que siga siendo así».
«#AbortionIsHealthcare (El aborto es salud) - así como una prioridad comunitaria, un valor familiar y una parte normal de la vida», continuó McHugh. «El aborto es moral, común, y no va a desaparecer. Nosotros tampoco».
McHugh recibió una gran cantidad de reacciones negativas como resultado de la publicación, incluso de algunos que están a favor del aborto.
El ex campeón de la UFC/MMA Jake Shields, que se describe a sí mismo como «proabortista», respondió al post de McHugh afirmando: «Ver lo feliz que estás de matar bebés me hace cuestionar mi postura proabortista (sic)».
Asimismo, Joshua Reed Eakle, director de marketing de Students for Liberty, una organización libertaria, tuiteó:
«El aborto nunca debería celebrarse. Lo digo como alguien que está en contra de ilegalizarlo. Qué post tan absolutamente desconcertante y espeluznante».
El pasado mes de agosto, Indiana promulgó la prohibición de la mayoría de los abortos en el estado, permitiendo excepciones para casos de violación, incesto, casos en los que la vida de la madre pudiera estar en peligro y cuando el feto sufra una enfermedad irremediable que sea incompatible con una vida sostenida fuera del útero, independientemente de cuándo nazca el niño. Tras la promulgación de la ley, los médicos abortistas de Indiana, incluida McHugh, consideraron la posibilidad de trasladarse a Illinois para seguir prestando «asistencia».
Al mes siguiente, un tribunal estatal impuso una medida cautelar a la prohibición, a la espera de una demanda sobre su constitucionalidad. En octubre, el Tribunal Supremo de Indiana denegó la petición del fiscal general de Indiana, Todd Rokita, de que la ley entrara en vigor a la espera del litigio.
En diciembre, se dictó una segunda orden judicial contra la ley por considerar que violaba una ley preexistente de Indiana que protegía la libertad religiosa, después de que tres mujeres judías, una musulmana, una mujer con creencias espirituales generales y Hoosier Jews for Choice, una organización religiosa, impugnaran la ley. El Tribunal Supremo de Indiana volvió a rechazar una petición de Rokita el mes pasado, cuando denegó su solicitud de que el Tribunal escuchara los argumentos contra la medida cautelar sin pasar antes por un tribunal de apelación.