(KathPress/InfoCatólica) Decenas de miles de daneses se manifestaron el 5 de febrero en la capital, Copenhague, contra la abolición de un día festivo. El «Gran Día de Oración» se celebra el cuarto viernes después de Pascua desde 1686. El gobierno estudia suprimirlo para poder recaudar más impuestos. En vista de la guerra en Ucrania, se supone que se destinará principalmente al presupuesto de defensa.
La manifestación de protesta fue organizada por los sindicatos. Calculan que unas 50.000 personas participaron en la manifestación. La policía no dio cifras. La manifestación es consecuencia de una petición lanzada por el mayor sindicato del país. Recibió más de 400.000 firmas.
El Gran Día de Oración había sido introducido como día de penitencia por el obispo Hans Bagger, en el que se prohibía todo tipo de trabajo y comercio. La gente debía ayunar hasta el final de los oficios religiosos y abstenerse de viajar, jugar y otras «bagatelas mundanas» durante todo el día. Hoy, muchos daneses lo viven como un día libre más, escribe el New York Times.
Aunque los daneses no son especialmente religiosos, la propuesta, que ya presentó el gobierno en diciembre, ha desencadenado un amplio movimiento de protesta. Además de la Iglesia Evangélica Luterana, nueve partidos de la oposición y los sindicatos se oponen a la idea. «Puede que no seamos especialmente religiosos, pero somos gente muy tradicional», declaró a Euronews Lizette Risgaard, presidenta de la Confederación Danesa de Sindicatos.