(RFI/InfoCatólica) Los cristianos ortodoxos no calcedonianos (*) representan el 40% de los 115 millones de habitantes de Etiopía. Sin embargo, a finales de enero, los arzobispos y obispos disidentes decidieron crear su propia rama de la Iglesia en la región de Oromia, la mayor y más poblada del país.
Los obispos y arzobispos disidentes de la región de Oromia llevaban mucho tiempo exigiendo el uso de su lengua local en la liturgia, a lo que el Patriarca, Abune Mathias, siempre se ha negado. El pasado miércoles los excomulgó a todos.
Quejas por la intromisión del gobierno.
El Patriarca Mathias reprocha además al Primer Ministro del país haber ofrecido una forma de reconocimiento a lo que califica de «grupo ilegítimo». Esta semana, en el Consejo de Ministros, Abiy Ahmed, él mismo de etnia oromo, había invitado a ambas partes a dialogar, afirmando que cada parte «llevaba su propia verdad». Para el patriarcado, las autoridades están poniendo las dos ramas al mismo nivel, y esto no es aceptable.
Protesta simbólica
El grupo escindido decidió lanzar una protesta simbólica. Los obispos han pedido a los creyentes que se vistan de negro durante los tres días de ayuno de Nínive de la próxima semana, con el fin, dice, de «expresar la perseverancia en el sufrimiento». El Patriarcado también acusa al clero rebelde de ocupar ilegalmente lugares de culto. De hecho, esta rama separatista oromo ha empezado a enviar a sus 25 obispos a las distintas diócesis de la región.
(*) Ortodoxos monofisitas, no calcedonianos.
La Iglesia Ortodoxa Etíope forma parte de las iglesias que se separaron de la Iglesia tras el Concilio ecuménico de Calcedonia, donde el monofisismo, y sus diversas variantes, fue condenado. Dicha iglesia logró la autocefalia por concesión del Patriarca copto de Egitpo en 1959.
Se espera precisamente que el Patriarca copto dé su parecer sobre lo que está ocurriendo.