(Katolisch/InfoCatólica) Actualmente se discute la creación de un nuevo órgano, un Consejo Sinodal permanente, en el que laicos y obispos deben buscar juntos respuestas a cuestiones centrales. Roma ve en ello un debilitamiento de la autoridad de los obispos, mientras que sus partidarios argumentan que las decisiones del organismo no vincularían a los obispos en virtud del derecho canónico.
La semana pasada, los cardenales Luis Ladaria y Marc Ouellet rechazaron semejante iniciativa en una carta aprobada por el Papa. Sin embargo, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), monseñor Georg Bätzing, subrayó que querían seguir adelante.
El vicepresidente del ZdK, Thomas Söding, se mostró sorprendido en el periódico por la acusación del papa Francisco y de altos cardenales de la Curia de que el proyecto de reforma era elitista, es decir, que no representaba a las amplias masas, sino sólo a altos cargos eclesiásticos. Söding afirmó que estas críticas proceden «precisamente de quienes ocupan la más alta posición elitista en la Iglesia».