(Ecclesia/InfoCatólica) «Tenemos mucha emoción, gozo y alegría porque justo aquí en Barbastro es donde nació la congregación. Esta casa es la cuna de nuestra congregación. Este aniversario se va a celebrar con inmensa alegría y un inmenso gozo. Encontrarte en la casa en la que se fundó y se inició y donde las primeras hermanitas se reunieron y se pusieron el hábito en 1873 añade un plus a esa alegría y ese gozo», con estas palabras se ha expresado Sor Argelia Castro, religiosa de la Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Barbastro, en una entrevista concedida a ECCLESIA.
150 años de servicio
Este viernes se cumplen 150 años de la fundación de la Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundada por el venerable Saturnino López Novoa y santa Teresa Jornet un 27 de enero de 1873 en Barbastro. Esa es la fecha en la que las diez primeras jóvenes vistieron los hábitos en la capilla del antiguo Seminario de Barbastro. Cuatro días después, viviendo ya en su primera casa, -casa Pueyo del Entremuro -, se completó la ceremonia con el momento solemne de hacer los primeros nombramientos. A propuesta del fundador, la religiosa Teresa Jornet fue nombrada superiora general, cargo y servicio que ejerció hasta su muerte por expreso deseo de sus hermanas.
Siglo y medio después, la Congregación tiene 204 comunidades repartidas por 19 países. La más antigua, la de Barbastro, está hoy constituida por cinco religiosas, con sor Aurora Gómara como superiora. Muy queridas por sus vecinos, gestionan la Residencia Saturnino López Novoa, en la que asisten a casi un centenar de ancianos. En 2020, y junto a los otros tres centros de mayores de la ciudad, recibieron el Trofeo Ferma que concede la Feria de Barbastro por el «trabajo ejemplar desarrollado durante la pandemia».
«Una misión única»
Sor Argelia ha indicado que las religiosas de Barbastro «estamos emocionadas y pensando mucho en todo esto porque te remonta 150 años atrás. Para celebrarlo, hemos celebrado un triduo, tenemos exposición del santísimo, rezamos el rosario y un sacerdote habla sobre la congregación. Además hemos puesto a la Santa Madre en un lugar especial, y hemos puesto una bandera de todos los países en los que se encuentra la congregación porque nos acordamos de todas».
En referencia a la congregación, la religiosa detalla que «se fundó con una función única, que es el socorro y el cuidado corporal y espiritual de los ancianos, especialmente los más pobres y necesitados. Es una misión única que nació con ese fin y después de 150 años seguimos igual. Nuestra misión es tan necesaria hoy como ayer y nuestros fundadores fueron adelantados a su época, por su carisma y por ser enfundados por el Espíritu Santo».
Una época en la que hay falta de vocaciones
«Estamos bastante faltos de vocaciones. Yo siempre digo que no hay relevo. Las generaciones han ido cada vez menos en la vida religiosa. La gente que se dedicaba a las vocaciones van falleciendo lamentablemente y es por esto que no hay relevo para suplir estas bajas. Hoy en día la mayor pobreza que tenemos es una falta de personal de hermanitas y de vocaciones. Pedimos que recen por nosotros, porque esto es obra del Señor, y si quiere que continúe y es su voluntad, que nos mande obreras para continuar con esta labor que es tan necesaria».