(Diario de Cádiz/InfoCatólica) La cruz se erigió en un terreno de titularidad privada y con todos los permisos exigidos por el Ayuntamiento portuense, en la Sierra de San Cristóbal, en plena Vía de la Plata del Camino de Santiago, animando a peregrinos, excursionistas y visitantes a descansar y a hacer un rato de oración en la frontera entre El Puerto y Jerez.
En la jornada del miércoles la cruz fue profanada, siendo cortada y derribada. «Cuando la alzamos contemplamos la posibilidad de que esto ocurriera, ya que la oposición de los que se muestran contrarios a la libertad religiosa en El Puerto fue feroz, pero no nos detuvo esta probabilidad, ya que lo hicimos por amor a Dios y por acercar a más almas al cielo, y creemos que hemos conseguido estos objetivos, por lo que estamos muy contentos», explican los impulsores de la iniciativa.
«Nada más conocer la profanación de la cruz decidimos rezar por los que lo hicieron, que, aunque queriendo hacer el mal, reconocieron con su acción la presencia de Dios en la cruz y en el mundo, ya que no se puede odiar a lo que no existe, o no se reconoce. También hemos conseguido este objetivo, acercar a los enemigos de Dios a la cruz», reflexionan.
España Cristiana anuncia que levantará una nueva cruz en El Puerto, «más fuerte y más grande, y con los mismos objetivos. Será profanada otra vez, pero volveremos a levantar otra aún más robusta y mayor, y así sucesivamente, cada vez con mayor ilusión y alegría. Para los cristianos, la alegría no es el resultado de una vida fácil y sin dificultades, o algo sujeto a los cambios de circunstancias o estado de ánimo, sino una profunda y constante actitud que nace de la fe en Cristo. Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el mal», concluyen.