(Agencias/InfoCatólica) «Ante una ley injusta e inadmisible», la sociedad civil, organizaciones educativas y de familia, así como asociaciones provida «se unen para luchar contra esta imposición que vulnera derechos fundamentales y constitucionales», dicen en un comunicado sus creadores de la plataforma.
«Siempre Seremos Familia» se presentará oficialmente el próximo jueves. La iniciativa responde a la aprobación de una Ley de familias injusta, pergeñada, como tantas otras puestas en marcha por el Gobierno socialista, al margen de los principales interesados, al margen de las propias familias y sin contar con ellas para nada.
La ley habla de 16 modelos de familia, con la pretensión de que todo valga lo mismo y de diluir la propia sustancia de la familia. Es, además, un texto que vulnera derechos fundamentales como la libertad de educación, la patria potestad, la misma naturaleza de las familias numerosas y la protección de la vida del ser humano que va a nacer.
La familia sufre en la nueva ley un auténtico atropello, y por eso los promotores de esta iniciativa quieren decir «basta ya», y se muestran dispuestos a trabajar a favor de la familia y de la vida, aunque sea contracorriente en el actual contexto cultural, porque el debilitamiento e incluso la disolución de la familia es un verdadero suicidio para la sociedad, que se manifiesta ya en rasgos como la despersonalización, la violencia y la pérdida de referencias comunes.
Los promotores de la plataforma «Siempre seremos familia» reconocen la pluralidad de nuestra sociedad, pero rechazan que el Estado se arrogue la potestad de definir lo que es familia en lugar de apoyar con políticas eficaces la tarea diaria de las familias reales.
Agenda 2030
La ley señala que deberá incluirse el estudio de la diversidad familiar en los demás materiales de uso educativo, actividades socioeducativas y de ocio complementarias y en la capacitación y formación del profesorado y demás profesionales del ámbito educativo. De hecho, esto fue presentado por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 como un «pin parental» que impedirá a los padres negarse a que sus hijos estudien los contenidos de la ley del Gobierno de coalición.