(Agencias/InfoCatólica) El crimen tuvo lugar en Kasindi-Luvirihya, localidad situada entre el Congo y Uganda, a 85 kilómetros de la ciudad de Beni, en la provincia de Kivu del Norte, mientras tenía lugar un servicio religioso.
«Todavía es un balance provisional porque las víctimas se encuentran en varios centros sanitarios a los que han sido trasladadas, pero ya se han encontrado once cadáveres. Este número aumentará mientras terminamos la ronda de todos los centros de salud», declaró a EFE por teléfono Delphin Mupanda, portavoz de la sociedad civil de Beni.
«Se colocó una bomba (...) que explotó hacia las 11.00 hora local (10.00 GMT). Aún no tenemos un informe oficial, sobre todo porque los miembros de esta iglesia han llevado a las víctimas a varias clínicas», dijo a EFE por teléfono Antony Mwalushay, portavoz de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) en Beni.
«Es difícil reunir todos los elementos en este momento. Sin embargo, ya hemos conseguido detener a un sospechoso, un sujeto keniano cuya edad oscilaría en torno a los treinta años», agregó Mwalushay.
En declaraciones recogidas por el medio local Actualité.cd, el Gobierno congoleño señaló que el atentado con bomba fue perpetrado «visiblemente por las ADF» (las Fuerzas Democráticas Aliadas), grupo rebelde de origen ugandés, que en la actualidad tiene sus bases en el noreste del Congo, cerca de la frontera que este país comparte con Uganda.
El Ejecutivo aseguró «que los servicios de seguridad han tomado el control del lugar tras la explosión que causó pérdidas humanas y daños materiales», sin especificar el número de víctimas.
«Los heridos están siendo evacuados a centros médicos», agregó al señalar que «se están llevando a cabo investigaciones para detectar el origen de este acto terrorista».
Según el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), las ADF son responsables de más de 4.900 muertes en unos 935 ataques en el Congod desde el año 2017.
Los objetivos de este grupo son difusos más allá de una posible vinculación con la organización terrorista Estado Islámico (EI), que en ocasiones se responsabiliza de sus ataques.
Con el objetivo de neutralizar a las ADF, los Ejércitos del Congo y Uganda empezaron a finales de noviembre de 2021 una operación militar conjunta en suelo congoleño que sigue en curso.
Desde 1998, el este del Congo está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU en el Congo (Monusco).