(Ecclesia/InfoCatólica) «Han pasado 600 años desde la última vez que renunció un Papa y no hay, al menos de manera oficial, ningún protocolo preparado para la ceremonia litúrgica del funeral del Papa emérito en el Vaticano. No obstante, es muy plausible que sea el Papa Francisco quien lo oficie», ha destacado Magnoli en una entrevista con Europa Press.
Constitución apostólica Universi Dominici Gregis
La renuncia al pontificado de Benedicto XVI supuso una situación anómala, que no se producía desde 1415, cuando Gregorio XII dio un paso al lado tras la huella de Celestino V, el primer obispo de Roma que abandonó la sede petrina en 1294.
Según la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996, tras la muerte de un Papa en ejercicio, corresponde al colegio de cardenales determinar el día, la hora y el modo en que el cuerpo del Pontífice será trasladado a la basílica vaticana, para que pueda ser expuesto de manera que los fieles puedan rendirle homenaje póstumo.
El reglamento prevé que los funerales deberán celebrarse durante nueve días consecutivos, es decir, con nueve días de luto oficial, un periodo que en latín se denomina 'Novendiali'. Si bien, tal y como observa Magnoli, «el inicio de estos para que la inhumación tenga lugar, salvo por motivos especiales, debería ser entre el cuarto y el sexto día después de la muerte».
Desde el punto de vista litúrgico, el experto apunta a que cuando se celebren los funerales se utilizará «básicamente el ritual previsto para los funerales de los Papas, ya que con Benedicto XVI estamos hablando de un Pontífice». «La diferencia es que en caso de fallecimiento de un Papa en el cargo es el decano de los cardenales quien preside, es decir, el cardenal Giovanni Battista Re», ha agregado al respecto.