(Vatican.news/InfoCatólica) Los participantes en este 45º encuentro, cuyo tema es «Vida interior y solidaridad», numerosas autoridades eclesiales y políticas han enviado mensajes de buenos deseos, y a los jóvenes no les han faltado las palabras de aliento del Papa Francisco. «Su Santidad desea expresarles su cercanía espiritual y afecto», escribe el cardenal Edgar Peña Parra, Sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. «Es una suerte que, tras los años de la pandemia, podamos reunirnos de nuevo, lo cual es un hermoso signo de esperanza».
La fe lleva a confiar en Dios y al no desesperar de la humanidad
El arzobispo venezolano señala que, sin embargo, el mundo se enfrenta hoy a nuevos desafíos y, en particular, al retorno de la guerra en el corazón de Europa. Y esto preocupa y cuestiona cuál puede ser la contribución de cada uno a la construcción de la paz y la fraternidad. Frente al mal, escribe Monseñor Peña Parra, el tema que abordan en este encuentro «los llevará a optar por la confianza en Dios, sin el desesperar de la humanidad». Y, continúa, «el Papa sólo puede animarlos en esta opción. En efecto, es a través de la oración, de la vida interior, de la relación personal con el Señor que la esperanza se mantiene viva y se renueva constantemente la confianza en Él. Y es practicando la solidaridad humana, fuertes en esta presencia del Señor dentro de ustedes, que sentirán hasta qué punto Dios puede actuar a través de ustedes para cambiar el mundo».
Creatividad en la escucha del Espíritu
El Sustituto recuerda que Dios también llama a los jóvenes a la creatividad para «resistir al miedo que paraliza», y promete su Espíritu gracias al cual «podrán decir 'no' a la injusticia en todas sus formas, dejando madurar en ustedes el 'sí' que les permitirá buscar juntos respuestas a los desafíos de nuestro tiempo». Este es el sentido del camino sinodal querido por el Papa para toda la Iglesia. El Papa -escribe Peña Parra- los anima a ocupar el lugar que les corresponde en este proceso y los invita a rezar por esta intención. A los jóvenes, por último, Francisco les imparte su Bendición Apostólica.