(InfoCatólica) En vísperas de la Navidad el arzobispo de Montevideo, Cardenal Sturla, concedió una extensa entrevista al diario El País (UY).
En ella puso de relieve tanto la labor que hace la Iglesia a través de un centenar de obras sociales, como sus críticas al proyecto de ley sobre eutanasia, del que espera que el Parlamento no apruebe o, en su defecto, que el presidente vete . En su opinión, el mayor desafío está en la pérdida del «sentido de la vida» y se mostró preocupado por el aumento de gente en situación de calle.
Respecto a la labor social destacó la presencia en los barrios de Montevideo, tanto física como simplemente de escucha. Destacó que algunas de las iniciativas están trabajadas con el Estado y puso foco en la bisagra que supone la pandemia para problemas psiquiátricos o de consumo de drogas, que «tiene que ver con que la gente no encuentra sentido a su vida. Es un tema espiritual. No es un tema económico. Y ese es el drama del Uruguay. ¿Qué nos pasa como sociedad? Yo creo que es un vacío espiritual y hay un descenso del sentido religioso de la vida que la fe cristiana da. Y todo eso que no está presente, porque la fe está debilitada, hace que la gente busque por otro lado».
Preguntado sobre el laicismo y la fe debilitada respondió:
-Dijo que la fe «está debilitada». ¿Por qué la Iglesia no logra revertirlo?
-Hay una razón histórica uruguaya que es el famoso laicismo uruguayo que fue un fuerte intento y bastante efectivo de descristianizar la sociedad. Un buen ejemplo son los feriados secularizados, que el 25 sea día de la familia o que Turismo sea la semana y no Semana Santa. Después la Iglesia ha tenido un problema de comunicación con la gente y especialmente en los barrios más populares. Hay una indiferencia importante y nos cuesta llegar con la fe. Y también porque hay grupos que han crecido, como los evangélicos y yo me alegro cuando son sanos y buenos, porque puede haber alguno que sea muy complicado. Y aclaro que yo no creo que sea bueno otras experiencias religiosas como la umbanda que es negativa.
-¿Por qué?
-El invocar espíritus termina llevando a lo que la Iglesia superó que es el animismo. Porque el animismo es fatalista y el fatalismo es que «esto pasa porque tiene que pasar» o «porque me hicieron un daño». Las macumbas. Todo eso es negativo ya hacerlo, pero es negativo tener la creencia de que pueden hacer daño.
Fue muy directo en la defensa de la vida, tanto desde la concepción:
-Celebró la «valentía» que hubo en Estados Unidos para dar marcha atrás con la legalización del aborto ¿Esperaba con el cambio de gobierno que haya cambios?
-No, no lo esperaba. Porque hace falta un cambio de mentalidad y toda la corriente va en un sentido. Creo que va a llegar el momento, que no creo lo vea nuestra generación, en que va a volver a florecer la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Y se va a ver estas leyes permisivas como el aborto como un horror. Pero falta bastante para que pase eso.
-¿Qué incluye en ese cambio de mentalidad? ¿Toda la agenda de derechos?
-No, para empezar en la agenda de derechos hay cosas positivas que se dan porque hay mayor comprensión de la realidad humana. Pero el aborto como tal es la peor tragedia del mundo contemporáneo.
Como hasta el final de la vida
El proyecto de ley sobre eutanasia tiene media sanción. Usted se opuso. ¿Qué espera que pase?
-Confío en que pueda haber un rechazo. Hay gente bien intencionada obviamente, siempre se ponen los casos límite que son poquitos, y no se tiene en cuenta la mentalidad común. Lleva a una mentalidad del descarte de las personas. Es muy peligroso y más en una sociedad como la nuestra con un número de personas depresivas muy grande. Acá a la persona que sufre le decimos que la solución es que te mueras. O peor, la persona siente que es un peso para la familia y le estamos diciendo: «tenés la solución a la mano».
-¿Cree que la utilizarían más allá de los casos extremos?
-Es natural que se abra una puerta. Y hay un tema pedagógico de la ley. Se pasa de una ley que permite algunas situaciones a un derecho. Con el aborto lo que se hizo fue despenalizar un delito pero después se tomó como un derecho. Acá puede pasar lo mismo.
-Si el Parlamento aprueba la ley, ¿pediría o espera que Lacalle Pou la vete?
-Confío en que el presidente lo haga. No porque se lo pida la Iglesia sino porque él se ha manifestado como defensor de la vida.
Cuando fue preguntado sobre los menguantes números en toda Iberoamérica trajo la consabida profecía del entonces Cardenal Ratzinger de una Iglesia de grupos más pequeños....