(Crux/InfoCatólica) El jefe del Comité Internacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha pedido al gobierno estadounidense que ayude a liberar al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, que permanece bajo arresto domiciliario a manos del gobierno nicaragüense.
Álvarez, que también es administrador apostólico de la diócesis de Estelí, fue detenido por la Policía Nacional de Nicaragua el 19 de agosto. La semana pasada se le acusó de «atentar contra la integridad nacional y propagar noticias falsas», esencialmente por criticar al gobierno.
Está previsto que comparezca ante un tribunal del régimen el 10 de enero de 2023.
«Desde la sangrienta represión de manifestantes pacíficos en 2018 -cuando mi predecesor, el arzobispo Timothy Broglio, viajó a Nicaragua para expresar nuestra solidaridad con nuestros hermanos obispos y el pueblo de Nicaragua- el régimen y sus aliados han estado implementando una política de agresión e intimidación física, retórica e institucional severa y sistemática contra la Iglesia católica en Nicaragua», dijo el obispo David Malloy de Rockford en una declaración del 16 de diciembre.
«Esto ha incluido detenciones injustas, violencia, prohibición a sacerdotes de regresar a Nicaragua, profanaciones de imágenes sagradas e incluso profanaciones del Santísimo Sacramento», continuó Malloy.
«Hago un llamamiento al Gobierno de Estados Unidos y a la comunidad internacional para que persigan la liberación inmediata del obispo Álvarez, la restauración de la libertad religiosa y de las garantías de los derechos humanos, e inicien un proceso de restauración del orden democrático y del Estado de Derecho en Nicaragua».
El obispo añadió que el «deteriorado aspecto físico de Álvarez es testimonio de las condiciones particularmente difíciles de su arresto domiciliario».
Los cargos contra Álvarez son las últimas acciones represivas contra la Iglesia católica por parte del presidente nicaragüense Daniel Ortega y su gobierno. Álvarez ha sido una voz religiosa prominente desde que estallaron las protestas contra el gobierno de Ortega en 2018, que causaron cientos de muertes.