(InfoCatólica) Con una abrumadora mayoría Parlamento Europeo reconoció hoy como genocidio el «Holodomor» de Ucrania. En esta hambruna murieron millones de personas tras la colectivización forzosa de tierras impuesta por el comunismo de Unión Soviética hace 90 años.
En la resolución, aprobada por 507 votos a favor, 12 en contra y 17 abstenciones, los eurodiputados lamentan que, casi un siglo después del «Holodomor», Rusia persista «en la repetición de crímenes horribles contra el pueblo ucraniano» con la invasión militar del país desde el pasado febrero.
Mientras en España se homenajea a asesinos como el socialista Largo Caballero, el «Lenin español», uno de los grandes responsables de la represión y las matanzas que se produjeron en el Madrid republicano en los primeros meses de la Guerra Civil, el Parlamento Europeo vuelve a dar una limitada dosis de auténtica memoria histórica a la izquierda y sus métodos:
Considerando que el Holodomor de los años 1932 y 1933, que causó la muerte de millones de ucranianos, fue planificado de forma cínica y llevado a cabo de manera cruel por el régimen soviético con objeto de imponer en toda la Unión Soviética la política de colectivización de la agricultura y de acabar con la población de Ucrania y su identidad nacional; que el régimen soviético utilizó métodos crueles similares en otras partes de la Unión Soviética, en particular en Kazajistán, Bielorrusia y el Cáucaso septentrional, entre otros; que la aniquilación de la identidad ucraniana también se llevó a cabo con un reinado del terror contra los portadores de la identidad cultural ucraniana;
Considerando que las pruebas demuestran que el régimen soviético confiscó deliberadamente las cosechas de cereales y cerró las fronteras para evitar que los ucranianos escapasen del hambre; que, entre 1932 y 1933, la Unión Soviética exportó cereales desde el territorio de Ucrania, mientras que la población se moría de hambre; que la matanza de ucranianos, predominantemente del medio rural, a menudo iba acompañada de una utilización de los campesinos como chivos expiatorios enmarcada en una política de agitación que los señalaba como culpables de la hambruna;
Además recuerda que todavía falta un Nuremberg por los que la izquierda responda de sus crímenes y sus nostálgicos y aduladores respondan:
Considerando que los crímenes soviéticos no han sido objeto de una evaluación jurídica y moral clara por la comunidad internacional; que el blanqueo y enaltecimiento del régimen totalitario soviético y la reactivación del culto de Stalin en Rusia han culminado en que la Rusia actual sea un Estado promotor del terrorismo y un Estado que utiliza medios terroristas, y en la repetición de crímenes horribles contra el pueblo ucraniano en la actualidad, como el «Jolodomor» en curso –el intento de Rusia de matar de frío al pueblo ucraniano mediante la destrucción selectiva de la infraestructura energética civil ucraniana durante el invierno–;
Sin embargo, el Parlamento Europeo se olvida de las hambrunas causadas por Lenin diez años antes, en 1921 y 1922, de las que se han cumplido precisamente cien años y que mataron entre 3 y 5 millones de personas y evita dar cifras: millones.