(InfoCatólica) Fuerte y vibrante alegato de Mons. Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon, a favor de la vida. Un toque de atención a la sociedad francesa y especialmente a la clase política que en estas fechas se dispone a votar la «constitucionalización» del aborto para protegerlo de la brisa provida que avanza en muchos lugares.
Es una cruel ironía en esta Nochebuena ver cómo la Asamblea Nacional vota a favor de «constitucionalizar el derecho al aborto». La Fiesta de la Natividad nos permite celebrar al niño por nacer y al niño que acaba de nacer. Dios se hace niño, acogido por sus padres, María y José, en condiciones precarias; el establo de Belén es la imagen de nuestros corazones, que acogen al Mesías con la humildad de un pecador que se sabe indigno. La Navidad es el Niño Dios, la Navidad es el recién nacido, la Navidad es la aceptación de la vida.
Sin embargo, los representantes electos de la nación están socavando una vez más la santidad de la vida de la forma más dramática. Constitucionalizar el derecho al aborto es hundirse en la negación y no considerar la evidente humanidad de un ser humano en gestación. No se tienen en cuenta las dificultades materiales y familiares que pueden llevar a las mujeres a abortar, la angustia psicológica de cualquier aborto, los riesgos de ampliar aún más los plazos o de eliminar la cláusula de conciencia reservada al personal médico. El Papa Francisco no deja de recordarnos lo que nuestro mundo secularizado ha olvidado o más bien se niega a reconocer: «la vida humana es sagrada e inviolable». Toda vida procede de Dios, que nos hizo a su imagen y semejanza. El respeto de la vida humana es un fundamento antropológico inviolable de nuestra sociedad y no puede negociarse. Nos corresponde acompañar las heridas de las familias y, en particular, el desamparo de las mujeres, proponiéndoles una sociedad que respete la vida desde el momento de la concepción hasta su fin natural.
"Constitutionnaliser le droit à l’avortement, c’est s’enfoncer dans le déni et ne pas considérer l’évidente humanité d’un être humain en devenir."
— Mgr Dominique Rey (@MgrDominiqueRey) December 14, 2022
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