(InfoCatólica) La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) ha puesto en marcha el Tribunal Penal Canónico Nacional (TPCN) y que se ocupará de juzgar los delitos canónicos cometidos por clérigos o laicos y está llamado a sustituir en materia penal a los tribunales diocesanos e interdiocesanos.
El lunes 5 de diciembre, en París, trece jueces del nuevo TPCN prestaron juramento en presencia de una docena de obispos. El tribunal está compuesto por ocho sacerdotes y cinco laicos, cuatro de ellos mujeres. La creación de este tribunal fue una de las iniciativas que los obispos decidieron implementar como conclusión del discutido informe Sauvé, para brindar a los tribunales eclesiásticos los medios necesarios para asegurar una jurisprudencia nacional en casos de crímenes y delitos.
Sin embargo, por el momento, las agresiones sexuales cometidas contra menores y otros casos graves seguirán siendo manejados por el Dicasterio para la Fe. La nueva jurisdicción está destinada a tratar casos penales que involucran a la Iglesia católica y se encargará de casos financieros, abuso de autoridad y violencia sexual contra adultos, entre otros. No reemplaza a la justicia francesa, sino que actúa en complementariedad en lo que respecta a la vida de la Iglesia. La dimensión nacional del tribunal permite, según el obispo de Langres, una mayor imparcialidad y moviliza más competencias.
En una brevísima rueda de prensa, Mons. Joseph de Metz-Noblat, Presidente del Consejo de Asuntos Canónicos de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF), subrayó el carácter innovador de este tribunal, «el primero de esta envergadura, si exceptuamos la Iglesia de los Países Bajos, que sólo cuenta con siete diócesis».
Competente para tratar casos penales financieros o de abuso de autoridad o violencia sexual contra adultos, la nueva jurisdicción «no sustituye a la justicia francesa, sino que interviene de forma complementaria para lo que concierne a la vida de la Iglesia», explicó el obispo de Langres (Haute-Marne). La dimensión nacional del tribunal permite, según él, «una mayor imparcialidad al 'sacar' el caso del país, y moviliza más competencias».