(ThePillar/InfoCatólica) La Iglesia Católica en Bélgica informó el miércoles un aumento significativo en el número de personas que solicitan que sus nombres sean eliminados de los registros de bautismo. Además de un desplome en la práctica sacramental en tanto que sus pastores siguen «preocupados» por otras cosas.
Según el último informe anual de la Iglesia, publicado el 30 de noviembre, en 2021 hubo 5.237 solicitudes de este tipo, en comparación con 1.261 en 2020 y 1.800 en 2019.
El Catecismo de la Iglesia Católica dice que el bautismo sella al cristiano con la marca espiritual indeleble de su pertenencia a Cristo, imprime carácter. Aunque una persona pueda dejar de la práctica de la fe o incluso renunciar a ella por completo, es imposible revertir los efectos del bautismo. Sin embargo, un movimiento creciente en Europa que promueve lo que llaman, el «debautismo», que alienta a los católicos a escribirle a las autoridades de la Iglesia pidiendo ser eliminados de los registros de bautismo de la parroquia.
El movimiento es un consorcio laicista de varias facciones políticas y filosóficas. Un portavoz de la conferencia de obispos belgas le dijo a The Pillar que cuando la Iglesia recibe una solicitud de «debautismo», «se anota en el margen del registro que la persona ha solicitado ser eliminada del registro». «No se permite tachar o eliminar una entrada en un registro oficial», explicó.
El informe anual intenta excusarse, sugiriendo que la reafirmación de marzo de 2021 de la Congregación (ahora Dicasterio) para la Doctrina de la Fe de que la Iglesia Católica no tiene el poder de bendecir uniones del mismo sexo podría «parcialmente explicar» el aumento en las solicitudes.
En septiembre, los obispos flamencos de Bélgica emitieron un nuevo documento sobre el cuidado pastoral de los católicos que se identifican como LGBT, que incluyó un texto que permite una bendición ritual de parejas del mismo sexo. El nuevo informe anual, publicado días después de que los obispos belgas regresaron de su primera visita ad limina a Roma desde 2010, es una lectura desalentadora.
Caída de la práctica religiosa
El informe pone también de manifiesto que la asistencia a la Misa en un domingo promedio fue de solo 166.785 en 2021, en comparación con 241.029 en 2019. La asistencia a la Misa del gallo y el Día de Navidad fue de 347.229 en 2021, una disminución significativa en comparación con 551.134 en 2019.
Hay aproximadamente 6,7 millones de católicos bautizados en Bélgica de una población total de casi 12 millones, lo que sugiere que alrededor del 2,5% de los católicos asistieron a la misa dominical en 2021, en comparación con el 42,9% en 1967.
Como señala Luke Coppen, la nueva publicación señaló que el informe del año anterior no incluía cifras sobre la práctica religiosa porque las iglesias se vieron afectadas por las restricciones de la COVID-19 a lo largo de 2020.
«Este año, estas cifras se incluirán a pesar de que las reuniones presenciales seguían siendo objeto de medidas restrictivas», dice el informe de 2022. «En la próxima ronda de recopilación de datos, será posible evaluar si el nivel de la práctica religiosa ha vuelto al nivel que tenía antes de la crisis sanitaria».
El presidente de la Conferencia Episcopal Belga, el cardenal Jozef De Kesel, escribió en la introducción del informe de 100 páginas: «El primer semestre de 2021 estuvo marcado en gran medida por la pandemia de coronavirus. Pero al desaparecer las restricciones, vimos cómo los creyentes se alegraban de volver a reunirse, a remangarse y a estar cerca».
El informe señala que en 2021 hubo 36.834 bautismos, de los cuales 162 fueron de adultos, frente a los 44.850 y 219 de 2018.
Hubo 41.751 primeras comuniones en 2021, por debajo de las 45.079 de 2018; 35.783 confirmaciones en 2021, frente a las 39.284 de 2018; 4.032 matrimonios católicos en 2021, frente a los 6.765 de 2018; y 41.760 funerales católicos en 2021, menos que los 48.407 de 2018.
Hubo ocho ordenaciones sacerdotales en 2021, mientras que seis sacerdotes diocesanos dejaron el ministerio en el mismo año.
Los obispos belgas discutieron la rápida secularización del país durante una audiencia con el Papa Francisco el 25 de noviembre al final de su viaje ad limina.
El obispo de Hasselt, Patrick Hoogmartens, dijo que le preguntó al Papa cómo podía la Iglesia llegar a los jóvenes en una sociedad altamente secularizada.
«La respuesta del Papa fue clara: salir, dar a los jóvenes la oportunidad de descubrir cómo cuidar realmente de los demás», dijo. «Entonces también estarán más abiertos a las riquezas de la fe. El Papa nos desafió a visitar nosotros mismos a la gente con frecuencia».