(Agencias/InfoCatólica) La iniciativa, propuesta inicialmente por la izquierda de La Francia Insumisa (LFI) y que fue luego consensuada con el partido Renacimiento (liberal) del presidente francés, Emmanuel Macron, ha contado con el apoyo tanto de todas fuerzas progresistas, de los diputados del partido del presidente y sus aliados, así como de buena parte de los conservadores.
Se busca añadir un párrafo al artículo 66 de la Constitución que indicará que «nadie puede vulnerar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo» y que «la ley garantiza a toda persona el libre y efectivo acceso a estos derechos». Un texto «más que necesario en estos tiempos agitados», afirmó el ministro de Justicia, Eric Dupont-Moretti.
La líder del partido nacionalista conservador Marine Le Pen, prometió derogar el aborto en el ño 2002. En el 2012 lamentaba que había mujeres que «abortaban por comodidad». Y ahora ha apoyado la iniciativa proabortista. Le Pen afirmaba estos días que lo que quiere es evitar que futuras leyes puedan «aumentar» los plazos existentes o incluso que estos plazos desaparezcan -en Francia, el plazo legal para abortar son las 14 semanas de gestación (ampliado desde las 12 semanas este mismo año). Lo cierto es que el texto votado no habla de plazo alguno.
Para que el el texto pase a formar parte de la Constitución el Senado debe adoptarlo en los mismos términos en que fue aprobado en la Cámara Baja y después el Congreso, que es la reunión extraordinaria de diputados y senadores, debe respaldarlo con una mayoría de tres quintos. Y finalmente debería ser sometido a referéndum.