(LSN/InfoCatólica) En su declaración, el obispo Mutsaerts calificó de «vil» el proceso sinodal. Afirma que «Dios está fuera de juego en este vil proceso sinodal», y añade que «el Espíritu Santo no tiene absolutamente nada que ver» con dicho proceso.
El obispo lamenta que «entre los protagonistas de este proceso hay para mí demasiados defensores del matrimonio gay, gente que no cree realmente que el aborto sea un problema y que nunca se muestran realmente defensores del rico credo de la Iglesia, queriendo sobre todo caer bien a su entorno secular».
El prelado dice que «hasta la fecha, el proceso sinodal se parece más a un experimento sociológico y tiene poco que ver con el Espíritu Santo que supuestamente habla a través de todos. Eso casi podría llamarse blasfemia».
Y añade algo que muchos temen: «Lo que está cada vez más claro es que el proceso sinodal se va a utilizar para cambiar una serie de posiciones de la Iglesia»
Y tras criticar a los obispos alemanes y flamencos por sus posturas contrarias a la fe católica, indica:
«Aparentemente, el cargo de obispo se reduce a la simple aplicación de lo que, en definitiva, es el mayor denominador común como resultado de una rifa de opiniones. La etapa final del proceso sinodal no puede sino convertirse en una confusión similar a la de Babel».
En respuesta a las posiciones heterodoxas que se están aireando y promoviendo durante el proceso sinodal, el obispo Mutsaerts señala:
«Qué poco pastoral, qué poco amoroso. La gente quiere respuestas sinceras. No quieren volver a casa con más preguntas. Están alejando a la gente de la salvación».
Y es por ello que asegura que abandona el proceso sinodal.