(Asia News/InfoCatólica) «Cuando existe la posibilidad de obtener fondos de países extranjeros y construir al menos pequeñas viviendas unifamiliares para entregarlas a los más pobres, las autoridades construyen carreteras que pueden llevar millones a sus bolsillos en concepto de comisiones. Por eso los pobres deberían utilizar sus valiosos votos para no elegir a estas personas. De lo contrario, nuestro país se hundirá cada vez más en el abismo», dijo ayer el cardenal Malcolm Ranjith.
El arzobispo de Colombo fue el invitado de honor en una conferencia organizada por la Negombo United Peoples Organization en el Teatro Rukmani Devi de Negombo. Al encuentro, titulado «¿Dónde montaremos nuestra carpa para cenar?», asistieron más de 500 personas sin hogar de la zona de Negombo.
La Negombo Peoples United Organization entregó al cardenal Ranjith un «memorando público» con siete peticiones solicitando la ayuda del arzobispo para resolver la crisis de vivienda de sus miembros. «El número de personas sin hogar que forman parte de nuestra organización es aproximadamente dos mil. Sin un hogar permanente, ¿qué tan dura y limitada es esta vida?», dice el documento.
El memorando también afirma que desde hace casi 40 años los ciudadanos sin hogar que viven en la ciudad de Negombo han enfrentado muchos problemas sociales y que, tras enormes esfuerzos, sólo se han adjudicado 64 planes de vivienda.
Pensando en toda la comunidad de personas sin hogar en Sri Lanka, lo primero que ha pedido la Negombo Peoples United Organization es que se garantice el derecho a la vivienda como un «derecho fundamental en la Constitución».
Cuando comentó el proyecto de Constitución que ha presentado el gobierno, sin embargo, el cardenal Ranjith afirmó: «Si se aprueba la Constitución que presenta ese proyecto, que se hizo sin pedir la opinión de nadie, será una vergüenza para el país». La propuesta del gobierno, siguió diciendo el cardenal, «no tiene ningún tipo de decencia. Esta Constitución no resolverá los problemas del país. Lo que sugiere es reforzar aún más la presidencia y reducir los derechos humanos».