(Die Tagespot/InfoCatólica) La declaración sobre la que se pidió a los participantes en la encuesta que comentaran fue: «No tendría ningún problema si una persona que practica una religión no cristiana se convierte en canciller alemán». El 56% se mostró conforme, el 26% en contra, el 14% no sabe qué pensar y un 4% declinó dar cualquier respuesta.
Los encuestados más jóvenes en particular tienen menos problemas con esto. En el grupo de 18 a 29 años el acuerdo con la frase es del 64 por ciento, y en el grupo de 30 a 39 años es incluso del 66 por ciento. Las personas de 60 a 69 años lo ven de manera más crítica: el 47 por ciento de los encuestados no tendría ningún problema con eso, mientras que el 33 por ciento sí. En el grupo de mayores de 70 años, sin embargo, el 59 por ciento no tendría ningún problema con ello.
La mayoría de todos los grupos religiosos y confesionales no tendrían ningún problema con que una persona que practica una religión no cristiana se convirtiera en canciller alemán, pero aquí se pueden identificar diferencias en el grado de aprobación. De los encuestados católicos, el 55 por ciento no tendría ningún problema con eso, el 32 por ciento tendría un problema. El once por ciento no sabe cómo se siente acerca de la pregunta. De los protestantes, el 52 por ciento no tendría ningún problema con que una persona que practica una religión no cristiana se convierta en canciller alemán. el 25 por ciento tiene un problema; El 18 por ciento no sabe cómo se siente acerca de la pregunta. Los encuestados de la iglesia libre son los más escépticos: el 45 por ciento critica a un canciller que practica una religión no cristiana. Lo contrario es el caso del 32 por ciento.
La encuesta también desglosa la pregunta por afiliación partidaria. Una mayoría relativamente grande de votantes de todos los partidos no tendría ningún problema en que una persona que practica una religión no cristiana se convierta en canciller alemán. Con un total del 70 por ciento, la mayoría de los simpatizantes de los Verdes no tendrían ningún problema. Les siguen los votantes del SPD con un 66 por ciento, los partidarios del FDP con un 65 por ciento y los votantes de izquierda con un 60 por ciento. Una mayoría absoluta del 53 por ciento de los simpatizantes de la Unión no tendría ningún problema con un canciller no cristiano. Los partidarios de la AfD están divididos: el 46 por ciento no tendría ningún problema con eso, pero el 44 por ciento sí.
