(CNA/InfoCatólica) El presidente del consejo de gobierno local de Ukum, Kartyo Tyoumbur, dijo a CNA que al menos 71 residentes de Gbjeji, de los cuales prácticamente todos eran fieles católicos de la Iglesia de San Miguel, murieron en el ataque. Se encontraron al menos 35 cuerpos después de la redada y 36 cuerpos más fueron recuperados más tarde en campos adyacentes. Entre los muertos había mujeres y niños, junto con dos policías.
La policía y el clero están de acuerdo en que la redada fue una represalia por el asesinato de cuatro pastores fulani pocos días antes en un enfrentamiento entre pastores y agricultores que defendían sus cultivos.
«Los terroristas de fulani llegaron a las 6:00 a.m. y comenzaron a disparar indiscriminadamente», contó a CNA el P. Samuel Fila, que en el momento del ataque estaba fuera del pueblo en una asamblea clerical.
El sacerdote indicó que aproximadamente 200 atacantes participaron en una redada bien coordinada, quemando casas y atacando con machetes a los aldeanos que huían.
El estado de Benue ha sido escenario de frecuentes ataques terroristas sangrientos por parte de extremistas musulmanes desde 2019. Los clanes de pastores pertenecen a los fulani, una etnia que representa hasta el 10% de la población de Nigeria, el país más poblado de África.
Armar a los cristianos para que se defiendan
Funcionarios del gobierno del estado visitaron la zona tras los ataques. Afirmaron que, ya que el gobierno federal es incapaz de detener la violencia, debería proporcionar armas de gran potencia a los grupos de defensa de los ciudadanos.
«Nos mantenemos en nuestra petición de que el gobierno federal nos dé una licencia para que nuestros guardias voluntarios lleven AK-47 y otras armas sofisticadas», dijo el secretario del gobierno estatal, Anthony Ijohor, en representación del gobernador de Benue, Samuel Ortom. «Las agencias de seguridad se han visto desbordadas y, así las cosas, nuestro pueblo tiene que defenderse».