(AnálisisDigital/InfoCatólica) Aunque en un primer momento todo estaba preparado para oficiar la ceremonia en el exterior, las autoridades vaticanas trasladaron el acto al interior del templo para así evitar las inclemencias del tiempo. Ahí, el Papa presidió una emotiva y solemne ceremonia en la que canonizó a los beatos españoles san Francisco Coll y san Rafael Arnáiz, de quienes destacó su entrega sacerdotal y misionera y su alma enteramente contemplativa, respectivamente.
Dijo, así, que “hacen honor a la mejor tradición religiosa y a las profundas raíces cristianas de su pueblo". Y añadió que “España es una tierra fecunda en frutos de santidad" y ellos "con su alma enteramente contemplativa, ambos fervientes devotos de la Virgen María, hacen honor a la mejor tradición religiosa y a las profundas raíces cristianas de su pueblo".
También, pidió que el ejemplo y la intercesión de estos nuevos Santos avive en todos, y particularmente en las Dominicas de la Anunciata, en la Orden de Predicadores y en los monjes Trapenses, el compromiso de seguir generosa y desinteresadamente a Cristo, según la propia vocación, dando testimonio de su Evangelio en la sociedad de hoy.
Tras evocar el carisma de cada uno de estos cinco nuevos santos, el Papa exhortó a dar “gracias al Señor, por el don de la santidad que hoy resplandece en la Iglesia con singular belleza” e invitó a los presentes a dejarse atraer por los ejemplos de estos santos “luminosos”. Continuó pidiendo a los fieles que se dejen guiar por las enseñanzas de todos ellos para que “nuestra existencia llegue a ser un himno de alabanza al amor de Dios ¡Que nos obtenga esta gracia su celestial intercesión y, sobre todo, la maternal protección de María, Reina de los Santos y Madre de la humanidad!”.
Los santos españoles
Recordando en español a san Francisco Coll, que fundó la congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata con el fin de dar una educación integral a niños y jóvenes para que pudieran ir descubriendo la riqueza insondable que es Cristo, subrayó que durante toda su vida se dedicó a propagar la Palabra de Dios “con ahínco” y que mantuvo diálogo constante con el Señor a través de la oración. Así, cumplió su vocación en la Orden de Predicadores, en la que profesó.
Además, dijo de él que su pasión fue predicar, “en gran parte de manera itinerante y siguiendo la forma de ‘misiones populares’ con el fin de anunciar y reavivar por pueblos y ciudades de Cataluña la Palabra de Dios, ayudando así a las gentes al encuentro profundo con Él.
“Por eso – reiteró - su actividad evangelizadora incluía una gran entrega al sacramento de la Reconciliación. Francisco Coll llegaba al corazón de los demás porque trasmitía lo que él mismo vivía con pasión en su interior, lo que ardía en su corazón: el amor de Cristo, su entrega a Él”.
El Santo Padre canonizó a otro español, san Rafael Arnáiz, fallecido a los veintisiete años de edad. El joven, de familia acomodada y alma soñadora pero cuyos sueños “no se desvanecen ante el apego a los bienes materiales y a otras metas que la vida del mundo propone”, era Oblato en la Trapa de San Isidro de Dueñas.
En su homilía, dijo de él que en pocos años subió a las cumbres de la vida espiritual y que hoy sigue ofreciendo su ejemplo a través de sus obras, dirigidas especialmente para los jóvenes.
El Papa destacó, además, que en sus últimas plegarias entregó su vida al tiempo que suplicaba “He aquí la única razón de vivir” o “Del amor de Dios sale todo”.
San Francisco Coll nació en Gombrèn (Girona) el 18 de mayo de 1812. Era sacerdote profeso de la Orden de Predicadores. Murió en Vic (Barcelona) el 2 de abril de 1875 y fue beatificado en 1979 por el Papa Juan Pablo II.
San Rafael Arnáiz Barón nació en Burgos el 9 de abril de 1911y murió de diabetes en San Isidro de Dueñas (Palencia), en 1938, durante los años de la Guerra Civil. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1992.
Cardenales, obispos y autoridades españolas
Junto al Papa concelebraron los cardenales españoles Antonio Maria Rouco Varela, Carlos Amigo Vallejo y Luis Martínez Sistach, así como varios obispos y arzobispos españoles, entre los que se hallaban los de las causas de canonización de los dos nuevos santos españoles, el obispo de Vic (Barcelona), monseñor Román Casanova, por parte de Francisco Coll, y el de Palencia, monseñor Ignacio José Munilla Aguirre, por parte de Rafael Arnaiz.
En cuanto a las autoridades españolas, asistieron el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, el embajador de España cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez, y los vicepresidentes de la Generalitat de Catalunya, Josep-Lluis Carod Rovira, y del Gobierno Valenciano, Juan G. Cotino Ferrer, de donde eran los nuevos santos.
Miles de peregrinos
Miles de peregrinos españoles, devotos no sólo de San Rafael Arnaiz y Francisco Coll sino también del Padre Damián, que dedicó su vida a los leprosos de Hawai, y a la monja francesa Marie de la Choix Jugan, que fundó la Congregación de las pequeñas hermanas de los pobres, acudieron este fin de semana a Roma.
Está previsto que hoy el presidente del Episcopado español y arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, presida una misa de acción de gracias en honor de San Rafael Arnáiz en la Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano. Por su parte, el maestro general de los Dominicos, Carlos Azpiroz, la presidirá en honor de san Francisco Coll en la basílica de Santa María sopra Minerva de Roma.