(Vatican.news/InfoCatólica) «Nos pronunciamos sobre la urgente necesidad de que el Gobierno Federal replanteé su estrategia y política migratoria, para que abandone la perspectiva militar y de contención, y busque alternativas de regularización migratoria bajo una perspectiva de derechos humanos». En esta frase se resume la exhortación de los participantes en el XX Encuentro Nacional de Pastoral de Movilidad Humana, que tuvo lugar del 18 al 21 de octubre, en Guadalajara, México.
Leído por Monseñor José Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez y responsable de la Dimensión de Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de México, rodeado por los agentes de esta pastoral, coordinadores diocesanos y directores de las Casas del Migrante y albergues de todo el país, el pronunciamiento se dirige en primer lugar al presidente de la República de México, Andrés Manuel López Obrador, a las autoridades involucradas en las políticas migratorias y en la defensa de los derechos humanos en el país, pues ven con «preocupación y tristeza cómo se está ejecutando la política migratoria de este gobierno».
Agravios y abusos a migrantes
«Seguimos constatando – se lee en el comunicado - las frecuentes violaciones a los Derechos Humanos que se cometen en agravio a las personas en contexto de movilidad, personas migrantes que siguen siendo víctimas de abusos de parte de autoridades municipales, estatales y federales, personas solicitantes de refugio a quienes no le respetan su documentación y son detenidos arbitrariamente por elementos del Instituto Nacional de Migración, mexicanas y mexicanos que tienen que emigrar por la inseguridad y la falta de oportunidades, muchos los cuales son deportados desde Estados Unidos a sus lugares de origen sin que se les ofrezcan las condiciones para rehacer su vida y finalmente un aumento en el número de víctimas de trata».
No a la militarización de la política migratoria
El pronunciamiento del episcopado denuncia también que, unido a la ya dramática situación, «las fuerzas militares están tomando el control de la Seguridad Ciudadana a la par que la Guardia Nacional que tiene una participación más activa en labores de revisión y verificación migratoria». Por lo que los obispos piden al gobierno abandonar la visión militarista por una alternativa de regulación migratoria. En efecto, el pasado 13 de octubre Estados Unidos anunció nuevas medidas para controlar la migración venezolana: un programa que da estatus legal por dos años a quienes llegan en avión y la expulsión inmediata de la mayoría de quienes crucen la frontera por México.
«México está viviendo tiempos complejos en migración», explica la nota, con deportaciones y el recrudecimiento de las violaciones a los Derechos Humanos de las personas en contexto de movilidad, así como los peligros a los que se enfrentan como robos, desapariciones forzadas, secuestros, extorsiones, entre otros.
Los migrantes venezolanos
El comunicado plantea también la crisis humanitaria que viven las personas migrantes de Venezuela, producto de los acuerdos políticos entre el gobierno de México y Estados Unidos.
«Lamentamos mucho la situación de precariedad e incertidumbre que viven las personas venezolanas les extendemos nuestras manos y les abrimos nuestro corazón y tengan la certeza que la Iglesia Católica nos cesará en su atención humanitaria y de caridad».
Compromiso de la Iglesia
La dimensión episcopal de Pastoral de movilidad humana, así como la red de casas del migrantes, asegura el pronunciamiento, continuará con su labor cristiana de velar por los más pobres y desamparados, por las personas migrantes y refugiadas, deportadas y víctimas de trata y toda persona en condición de movilidad.
«Elevamos nuestra oración a la Virgen María, Madre de Dios, Santa María de Guadalupe quién nos acompaña e ilumina nuestro trabajo en el camino de la esperanza y la caridad», concluye la nota.