(Ecclesia/InfoCatólica) «Cuando el Papa Francisco nos invita a anunciar el Kerigma, nos invita a anunciar a un Dios Creador y Padre. La Creación y Procreación van vinculados y el Dios Creador sigue realizando su Creación a través de Padres Creadores en una familia de hijos», ha recordado el arzobispo de Valladolid.
Al hilo de esta idea, el portavoz del episcopado español ha reconocido las dificultades de hacer frente a esta cultura dominante, por lo que ha propuesto una revolución cultural, que los cristianos denominan 'conversión' o 'Evangelio'.
En este sentido, considera que una clave importante que explica la crisis de la natalidad «es no acoger el don de la vida con todas sus consecuencias. El don se nos da como Don Eterno, Jesucristo ha vencido a la muerte. La vida que Dios nos da a través de nuestros padres es una vida llamada a ser eterna. En ese sentido, la fe y esperanza en la Vida Eterna es decisiva para poner en marcha los esfuerzos, sacrificios y falta de frutos inmediatos que pueda suponer estar revolución cultural», ha argumentado.
Una revolución cultural que, a juicio de Argüello, implica explicar que la muerte no es el final, que Cristo venció a la muerte, pues de lo contrario es difícil convencer de que el sufrimiento se puede vencer: «Cuando la vida solo se mide en las cosas que aparecen en la Historia y todo termina en el cementerio, es fácil que surja un 'carpediem', que comamos y vivamos los que podamos vivir. Y ¿cómo traer a otras personas al mundo con tantas inseguridades, si las personas pueden venir a sufrir?», se ha preguntado.
Por ello, el secretario general de la CEE precisa que cuando sufrimiento es vencido, legislaciones como el aborto y la eutanasia son explicables, ya que «la cultura proabortista ofrece la muerte como solución, porque tiene esta propuesta de mejor no nacer que vivir para sufrir y hacer sufrir. Si no hay una propuesta que supera el sufrimiento y que puede ser transformado en una alegría interminable, es difícil poder hacer otro tipo de propuestas», ha puntualizado.