(Fides/InfoCatólica) Antes de la pandemia por covid-19, cada día a las 5 de la mañana, la parroquia y santuario de San Antonio ubicada en el parque Forbes, en Manila, se abarrotaba de fieles que asistían a la Santa Misa antes de ir al trabajo.
Sin embargo, con la llegada de la coyuntura y la cuarentena, los fieles no pudieron seguir asistiendo presencialmente a las celebraciones eucarísticas, sino observarlas mediante streaming.
Tras dos años de mantener esta rutina, finalmente, la Conferencia Episcopal de Filipinas ha emitido un comunicado en el que se invita a todos los fieles católicos a volver a participar de forma presencial en las misas dominicales.
En el texto de la carta, afirman: «Aquel doloroso y triste momento de privación de la experiencia sacramental nos permitió redescubrir la necesidad de la vida litúrgica en la Iglesia», pues en la vida de un católico «no se puede dejar de lado el ámbito corporal y material porque Jesucristo mismo se encarnó para nuestra salvación».
Los obispos filipinos incentivan a todos los bautizados a regresar a «la normalidad de la vida cristiana que tiene el edificio de la iglesia como sede de las celebraciones litúrgicas, especialmente de la Eucaristía». Todos ellos, dicen, «están llamados a tomar parte activa en la celebración y a recibir el sacramento de la Eucaristía con devoción y frecuencia, rindiendo también culto con la Adoración».
Así, las autoridades eclesiásticas invitan a todos a «volver a la Eucaristía dominical con el corazón purificado, con la renovación interior, con el deseo vivo de encontrarse con el Señor y de permanecer con Él».
Por último, el comunicado habla sobre la comunión espiritual, la cual reciben los fieles cuando no tienen la oportunidad de recibirla físicamente en la misa, «es una oración devocional, no litúrgica, y ordinariamente no puede sustituir el recibir el cuerpo y la sangre