(Nacho Gay/ElConfidencial/InfoCatólica) El 88% de esa cuantía lo financia Telecinco Cinema, empresa comprometida desde hace tiempo -por ley- con los proyectos más caros y ambiciosos del último cine español. El 12% restante corre a cuenta de otros tres inversores: Mod Producciones -propiedad de Fernando Bovaira, productor de Ágora-, Himenóptero -del propio Alejandro Amenábar, director del film- y una pequeña aportación final de Sogecable, que se sitúa entre los 2 y los 3 millones de euros, según fuentes oficiales de Telecinco.
La película de Alejandro Amenábar fue rodada en inglés y con la participación estelar de Rachel Weisz (Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por El jardinero fiel) para facilitar, precisamente, su distribución en el mundo anglosajón. Con el propósito de vender el producto final, Amenábar y los suyos desembarcaron en la Croisette en mayo para presentar su película fuera de concurso. Nadie se interesó en Cannes por la cinta. Posteriormente, en septiembre, el film se exhibió en el prestigioso Festival de Toronto, pero tampoco consiguió que los ojeadores estadounidenses se fijasen en ella.
Tijeretazos de última hora
Amenábar se ha visto obligado, en última instancia, a recortar en quince minutos el metraje, para hacerlo así más atractivo. Pero, aun con todo, el contrato final se resiste. Fuentes de toda solvencia confirman a El Confidencial que cuando Fernando Bovaira presentó el proyecto a Telecinco estimó que la taquilla en España sería de unos 15 millones de euros y las ventas en el extranjero supondrían 100 millones de dólares, con lo que el beneficio final para los productores rondaría los 30 millones de euros. Pero para hacer realidad las estimaciones es necesario vender el producto en EEUU.
El propio Bovaira ha afirmado en rueda de prensa que ya se han cerrado los acuerdos para la distribución en Francia y Alemania y que se está negociando con dos estudios estadounidenses. Pero ni siquiera Fox, major que se ocupa de la distribución en España, ha querido hacerse cargo del futuro de la película al otro lado del Atlántico. Aunque es muy probable que finalemente se cierre algún acuerdo, lo que se ve a estas alturas bastante difícil es lograr un estreno americano a gran escala (entre 1000 y 2000 pantallas).
De no producirse finalmente el ansiado acuerdo, o de ser éste muy desventajoso para los intereses de los productores, los resultados podrían ser catastróficos, sobre todo para Telecinco. Dado que en España la película más taquillera del año no suele superar los 25 millones de euros de recaudación, en el mejor de los casos, si Ágora se convirtiese en un enorme éxito en nuestro país y supera incluso las estimaciones de su productor, los inversores apenas recibirían entre el 10% y el 15% de su aportación inicial, ya que los ingresos brutos de taquilla se han de repartir con el exhibidor (que habitualmente se lleva entre el 40% y el 50%) y el distribuidor (entre un 20% y un 30%).
El último factor de ingreso a considerar serán las subvenciones del Ministerio de Cultura que, por limitaciones legislativas, no superarán en ningún caso el millón de euros. Con estos ingresos se deberán sufragar además los gastos de publicidad y copias, que para una película como Ágora, con una gran campaña de promoción y 470 copias de partida en España, podrían llegar a superar los dos millones de euros.
Un proyecto megalómano
Telecinco ha manifestado en reiteradas ocasiones y en boca de su consejero delegado, Paolo Vasile, su rechazo visceral a la normativa europea que les obliga a invertir el 5% de sus ingresos brutos anuales en producciones del viejo continente. Sin embargo, los más de 45 millones de euros invertidos en Ágora cubren precisamente el 5% de los ingresos brutos de 2008 (934,84 millones de euros), lo que habla de la envergadura del proyecto aprobado por Telecinco. En los últimos años, la cadena de Mediaset había producido otras grandes cintas como Alatriste (24 millones de euros de presupuesto), El laberinto del fauno (13,5 millones) o El Orfanato (4,5 millones). Cantidades, en todos los casos, muy inferiores a la que arriesga en Ágora.
Tanto El laberinto del fauno como El Orfanato resultaron enormemente rentables, ya que la primera arrasó en EEUU, donde logró una recaudación de más de 26 millones de euros y la segunda lo hizo en España, convirtiéndose en la película más vista de ese año (24 millones de recaudación en taquilla, según datos del Ministerio de Cultura), por encima de superproducciones como Piratas del Caribe III. Podría repetirse con Ágora la misma situación que con Alatriste, que después de barrer en España, con más de 16 millones de euros de taquilla, pasó sin pena ni gloria por la práctica totalidad de países, incluso latinoamericanos, en los que fue exhibida.
En el horizonte, quizá, el fenómeno que supuso Los Otros, el otro gran proyecto megalómano de Amenábar, que contaba con la participación en la producción de Tom Cruise y, por tanto, con el trabajo hecho en EEUU. La película se convirtió en un éxito sin precedentes, estrenándose a lo grande, en 1.600 salas y recaudando más de 200 millones de dólares en total. Un precedente quizá engañoso, que ha llevado a Telecinco a invertir en un proyecto como Ágora.
Una anécdota y posible estigma: Turi Vasile, el padre del consejero delegado de Telecinco, fue el productor de Federico Fellini y acabó endeudado tras el rodaje de Roma, cuyo coste se acabó disparando.