(Ecclesia/InfoCatólica) Cada grupo realizó una ruta diferente y todos se reunieron el sábado en el Monte do Gozo.
En el acto de acogida en este enclave único participaron el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio; el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos; el director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española, Florencio Roselló; y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz.
Varios reclusos han compartido su experiencia a ECCLESIA. Daniel indica que es una experiencia enriquecedora ya que «con tanto aire libre y libertad te da mucho tiempo a pensar, recordar y reflexionar en todo momento. Esto sirve para seguir en el camino de la vida».
«Ha sido una experiencia muy bonita»
Por su parte, Oliver expresa que este tipo de iniciativas ayudan a conectar más, debido a que «cada compañero me contaba una cosa y era bonito escucharlos. Es verdad que los conoces, pero cuando caminas los conoces más. Todos nos llevamos muy bien, nos conocemos mucho. Esta experiencia ha sido muy bonita, no hay palabras para explicarlo».
El director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española, Florencio Roselló, ha explicado que «la cárcel es un mundo lleno de fracaso. El conseguir hacer el Camino les ayuda mucho. La relación entre ellos también les viene muy bien. También han participado funcionarios que quieren hacer la experiencia con ellos y también les ayuda a vivir y relacionarse con ellos con normalidad».