(Kath/infoCatólica) El Nuncio indicó que las nuevas estructuras o doctrinas oficiales sólo pueden introducirse en las diócesis en comunión con la Iglesia universal, refiriéndose a una declaración de la Santa Sede sobre la «vía sinodal» alemana del pasado mes de junio. En este sentido, Eterovic reclamó una «unidad de los miembros de todo el episcopado con el Obispo de Roma». En una Iglesia sinodal es más necesario «hacer sinodales las estructuras existentes –como los consejos parroquiales, diocesanos y nacionales– que establecer nuevas estructuras», añadió.
Además, el nuncio dijo que el Papa Francisco había advertido sobre el peligro del «parlamentarismo» en el contexto de los procesos sinodales en la Iglesia. «No hay que caer en el parlamentarismo, en el que se establecen mayorías y minorías y se utilizan presiones indebidas para conseguir los objetivos deseados», explicó Eterovic.
Contra las votaciones nominales
La sinodalidad significa un «camino común bajo la guía del Espíritu Santo», subrayó el prelado, que pidió que se estudie el procedimiento en los Sínodos Mundiales de Obispos de Roma. «Para subrayar la dimensión espiritual del evento, se dedica mucho tiempo a la oración personal y comunitaria; también hay breves pausas de silencio y reflexión», indicó Eterovic. «Para preservar la libertad de los obispos», normalmente no se permite a los periodistas asistir a las consultas; en cambio, se les informa periódicamente del desarrollo de los trabajos a través de portavoces de prensa.
El nuncio también subrayó que todas las votaciones en las asambleas sinodales de Roma se realizan mediante voto secreto. El voto secreto es «uno de los métodos de la Iglesia, practicado durante siglos en las votaciones importantes», dijo Mons. Eterovic. «Un alto nivel de aprobación de los proyectos de resolución de una votación secreta depende de la profundidad del diálogo en el salón de actos y los grupos de trabajo, así como de la voluntad de aceptar cambios en los proyectos de texto».