(NZZ/InfoCatólica) En cuanto al desarrollo del sínodo alemán, el purpurado suizo que preside el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, asegura que «en gran medida son los funcionarios (ndr:empleados a sueldo de la Iglesia en Alemania) los que están dando forma a los debates».
Koch ha seguido varios debates del Camino Sinodal alemán a través de livestream y ha señado la imposibilidad de un debate serio:
«¿Cómo es posible un debate significativo y verdaderamente sinodal si el tiempo de intervención se limita a un minuto? Hay muy poco espacio para discutir realmente los puntos controvertidos».
Precisamente uno de esos puntos es la cuestión de la ordenación de mujeres. Como profesor de teología en Lucerna (1989-1995), Koch consideró abiertamente esa posibilidad, hasta que San Juan Pablo II zanjó el tema en Ordinatio sacerdotalis:
«En esa etapa se discutió abiertamente la cuestión del sacerdocio femenino. En una situación así, los teólogos tienen la tarea de proponer soluciones. Pero si el Magisterio de la Iglesia ha decidido la cuestión, esto también tiene consecuencias para un teólogo y aún más para un cardenal».