(VaticanNews/InfoCatólica) Los obispos de Estados Unidos condenan las últimas amenazas nucleares del presidente ruso Vladimir Putin e invitan a los católicos a seguir rezando por la paz en Ucrania.
Mientras la guerra de siete meses en Ucrania continúa su implacable escalada, los obispos de Estados Unidos se han unido a la condena de las recientes amenazas del presidente ruso Vladimir Putin de utilizar armas nucleares.
En un discurso televisado el miércoles, el presidente ruso anunció una movilización militar parcial para defender las «tierras liberadas» en Ucrania y advirtió que, si la integridad territorial de Rusia se viera amenazada, el Kremlin «ciertamente utilizaría todos los medios a nuestra disposición para proteger a Rusia y a nuestro pueblo. No es un farol».
La declaración ha sido ampliamente interpretada como una nueva amenaza de que el presidente Putin está dispuesto a utilizar armas nucleares para intensificar la guerra, tras la reciente serie de avances militares ucranianos en los territorios ocupados por Rusia.
El presidente ruso ha estado utilizando la amenaza de las armas nucleares desde el estallido de la guerra en Ucrania el 24 de febrero. Ese día, advirtió a los países que interfirieran en la «operación militar especial» de Rusia que se enfrentarían a «consecuencias que nunca han experimentado» en su historia.
El 27 de febrero, dio instrucciones a las unidades militares de disuasión nuclear, incluida la fuerza nuclear, para que entraran en alerta máxima con el fin de estar preparados para ejecutar su misión. Ese mismo día, Bielorrusia, aliada de Rusia, suprimió la cláusula de su Constitución que prohibía el despliegue de armas nucleares en el país, lo que sugería la posibilidad de un despliegue avanzado de las armas nucleares rusas en Bielorrusia.
En las últimas semanas, la ocupación de la central nuclear de Zaporizhzhia por parte de las tropas rusas ha aumentado la preocupación por el desastre nuclear, ya que los combates en torno a la instalación han incrementado el riesgo de que resulte gravemente dañada en el fuego cruzado.
La última declaración del Presidente Putin ha provocado la protesta de Estados Unidos y sus aliados europeos durante la actual 77ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se ha inaugurado esta semana en Nueva York.
Los obispos de Estados Unidos se han sumado a la condena de las amenazas nucleares.
«Los crecientes gestos retóricos que amenazan con el uso de armas nucleares deben ser condenados», dijo el obispo David J. Malloy, presidente del Comité de Obispos para la Justicia Internacional y la Paz, reiterando que «una guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe librarse».
«Cualquier amenaza de utilizar armas nucleares nos recuerda su naturaleza atroz y sus consecuencias desastrosas para toda la humanidad».
En su declaración, monseñor Malloy también invitó a los católicos de Estados Unidos «a seguir rezando por los líderes del mundo, para que las esperanzas y los sueños que compartimos en común por nuestros pueblos triunfen sobre los ánimos y la injusticia que ha provocado esta guerra en Ucrania».
Arzobispo Pezzi de Moscú: el perdón es el principal medio para vencer el mal
El conflicto en curso en Ucrania fue mencionado indirectamente esta semana por el Arzobispo Paolo Pezzi de la Madre de Dios de Moscú, en una carta dirigida a los fieles con motivo de la apertura del nuevo Año Pastoral.
El arzobispo de origen italiano señaló que las condiciones generales del país este año son particularmente difíciles: «El sufrimiento, el dolor, la confusión, la incapacidad de distinguir el bien del mal, el odio y la crueldad continúan y se hacen insoportables», dijo.
Ante estas circunstancias, monseñor Pezzi pidió a los fieles que tengan «la misma mentalidad de Cristo en sus relaciones con los demás».
Además, les invitó a hacer uso regularmente del sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, «ya que el perdón es el principal medio para superar el mal, para restaurar nuestras relaciones con Dios, en la familia, en la parroquia y entre las personas y las naciones».
La guerra en Ucrania será también el tema central de la Asamblea Plenaria de Otoño de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), que se reunirá en Bruselas del 12 al 14 de octubre.
Los obispos de la Unión Europea debatirán sobre las implicaciones socioeconómicas y geopolíticas de la guerra, haciendo especial hincapié en la crisis energética y su impacto ecológico y social en los más vulnerables.
Los delegados intercambiarán sobre las futuras contribuciones de la COMECE a las políticas de la Unión Europea que promueven la paz y la justicia en Europa y en el mundo. También hablarán de la crisis de los refugiados derivada del conflicto.