(Ecclesi/InfoCatólica) El recorrido, de 220 kilómetros, ofrece paisajes de gran valor cultural, natural y etnográfico. Asimismo, el itinerario incluye un relevante patrimonio histórico con vestigios prehistóricos y construcciones civiles e iglesias de una variedad tipológica que oscila entre el prerrománico y el barroco, así como espacios de gran valor paisajístico y natural integrantes de la Red Natura 2000.
El Camino de los Santuarios se convierte en eje de un paisaje muy singular, llamado a convertirse en una referencia dentro de los itinerarios culturales europeos. Además, en 2023 se celebrará el septuagésimo cuarto Año Jubilar Lebaniego, en el que se volverá a abrir la Puerta del Perdón de Santo Toribio, con lo que la ruta tendrá un atractivo añadido.
Aplicación para la ruta
La aplicación para móviles ‘Camino de los Santuarios’, disponible en castellano, asturiano, inglés y francés, recoge las principales características geográficas y culturales de este tramo. Asimismo, consta de mapas y perfiles off line, guía de consejos, itinerarios, datos sobre las etapas, distancias y puntos de interés. Además, facilita información meteorológica en tiempo real y ofrece la posibilidad de crear un diario de ruta con notas de texto, voz, fotos y vídeos.
Antiguas vías de comunicación
El ‘Camino de los Santuarios’ es un itinerario documentado históricamente que aprovecha antiguas vías de comunicación, como las que enlazaban Oviedo con el oriente asturiano o las que desde Liébana llegaban a Asturias, bien a través del Camino Lebaniego y las Peñamelleras, o cruzando los Picos de Europa.
Desde la Alta Edad Media, la tradición habla de la llegada de Santo Toribio de Astorga desde Jerusalén con las reliquias, entre ellas el Lignum Crucis, hasta algún puerto asturiano. Por un tiempo, estas reliquias se guardaron en el monte del Monsacro, donde pudieran conservarse por un tiempo, para después ser trasladadas por el Camino del Salvador hasta Astorga.
En tiempos del rey Afonso I el Católico, primer rey de Asturias e hijo del Duque Pedro de Cantabria, las reliquias de Santo Toribio de Astorga y el Lignum Crucis se trasladaron hasta las escondidas montañas de Liébana. Se cierra así, con estos caminos, un triángulo de la caminería histórica medieval que unía Asturias, Cantabria y León, por donde caminó Santo Toribio de Astorga y por donde se trasladaron las reliquias de un templo a otro buscando una mayor seguridad, lugar por el que viajaron personajes históricos como Pelayo, Alfonso I o Beato de Liébana, entre otros.
Esta peregrinación hasta Santo Toribio desde Asturias ha pervivido en el tiempo siendo varios los testimonios que desde la Edad Media han quedado documentados en el Cartulario de Santo Toribio. En la actualidad los caminos asturianos son, después de los cántabros, la región que más peregrinos aporta al Camino Lebaniego.