(Aica/InfoCatólica) El representante del Papa en Ucrania señaló que «la situación es dramática y el sufrimiento de las personas es simplemente inimaginable. Ante enormes necesidades, la ayuda humanitaria que llega es insuficiente».
El arzobispo Kulbokas, que ocupa su cargo en Kiev desde el estallido de la guerra, notó que la difícil situación lo empuja hacia una vida espiritual más intensa.
«Cada día que nos despertamos, damos gracias a Dios por el día siguiente. Ante los ataques bestiales a ambulancias, jardines de infancia y hospitales, rezamos para no volvernos como el agresor. Luchamos para que nuestro corazón no esté lleno de odio, sino de coraje, esperanza y confianza en el Señor», declaró a Radio Vaticana.
«También doy las gracias al Santo Padre por bendecir las coronas del icono de la Madre de Dios en la catedral de Odessa. La coronación tendrá lugar el día de la solemnidad de la Asunción», agregó.
El nuncio en Ucrania expresó además que «el Santo Padre no sólo hace llamamientos de ayuda para Ucrania y oraciones por la paz. Está en Ucrania con el corazón. Aunque hasta el momento, principalmente por problemas de salud, no pudo concretar su viaje a Ucrania, está con nosotros. No solo lo noté yo, sino también muchas personas que tuvieron la oportunidad de hablar con él recientemente».
«Todos me decían –contó monseñor Kulbokas- que era evidente que todo el corazón del Papa estaba con nosotros. Quienes esperan que él tome una posición política tienen dudas al respecto. Sin embargo, cuando miramos su corazón, no hay duda de qué lado está. Una expresión de esto es, por ejemplo, la bendición de las coronas para el icono de la Madre de Dios, que vino a nosotros desde Roma. Es un signo tangible de cercanía y ternura, que apunta al apoyo orante del Santo Padre. También es un signo de unidad».