(Katolische/InfoCatólica) Según el prelado, rechazar las solicitudes de bautismo de las parejas homosexuales para sus hijos contradice la autocomprensión de la Iglesia y no es compatible con la enseñanza eclesiástica.
Mons. Wester señala que muchos matrimonios de hoy se apartan del ideal de la Iglesia. El divorcio, la muerte de uno de los padres, la adicción, la violencia o la pobreza ponen a prueba a las familias. Sin embargo, no tiene constancia de que a los niños de esas familias se les niegue el bautismo.
Según el arzobispo, es un prejuicio hacer una acusación general de que los padres LGBTQ no educan a sus hijos en el espíritu de la fe católica. El mero hecho de que las parejas homosexuales acudan a la Iglesia demuestra la seriedad con la que lo hacen. Se trata del bautismo del niño «y no de la capacidad de los padres para cumplir con toda la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio», subraya Mons. Wester.
En el artículo, el obispo también critica a los funcionarios de la Iglesia que se ofenden por la homosexualidad de una pareja. Centrarse en ella les ciega «a la abundancia de cualidades positivas y virtuosas presentes en su relación».
Lo que dice la ley de la Iglesia
El Código de derecho canónico dispone lo siguiente en el punto 2 del artículo 868:
868 § 1. Para bautizar lícitamente a un niño, se requiere:
2 n que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica...; si falta por completo esa esperanza, debe diferirse el bautismo, según las disposiciones del derecho particular, haciendo saber la razón a sus padres.