(Aica/InfoCatólica) «La temperatura del planeta ya subió 1,2°C, pero cada día nuevos proyectos de combustibles fósiles aceleran nuestra carrera hacia el abismo. Cuando es demasiado, es demasiado», destacó este jueves 21 de julio, el prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, cardenal Michael Czerny, durante la presentación del mensaje del papa Francisco para el Tiempo de la Creación 2022, publicado ayer por el Vaticano.
El prefecto exhortó a que «toda nueva exploración y producción de carbón, petróleo y gas debe detenerse de inmediato, mientras que es urgente eliminar gradualmente la producción existente de combustibles. Esto debe suceder con una transición justa de los trabajadores de estos sectores hacia alternativas amigables con el medio ambiente. El Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles propuesto da grandes esperanzas de integrar y fortalecer el Acuerdo de París».
Asimismo anunció que el Dicasterio que preside ha fortalecido la Plataforma de Acción Laudato si 'al nombrar a John Mundell como su director. Mundell, del Movimiento de los Focolares, es ingeniero ambiental con experiencia en esta problemática.
«Muchas instituciones católicas ya están desinvirtiendo empresas de combustibles fósiles de empresas y están trabajando para lograr un impacto climático cero», anunció el cardenal Czerny.
Agenda 2030
En cuanto a la biodiversidad, el Santo Padre -continuó el ponente- subraya la necesidad de un nuevo acuerdo de Naciones Unidas para detener la destrucción de ecosistemas y la extinción de especies.
«Al menos la mitad de la tierra y los océanos deben convertirse en áreas protegidas para 2030 y los ecosistemas devastados deben ser restaurados», comentó el cardenal, recordando que el papa Francisco alienta «a las grandes empresas -mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agrícolas y de alimentos- para defender siempre los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales».
Contemplación y acción
Por su parte Christina Leaño, directora asociada del Movimiento Laudato si’ se refirió a Tiempo de Creación destacando que «será un tiempo de contemplación y acción». Leaño, junto con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral e instituciones protestantes, ortodoxas y otras cristianas, forma parte del comité de dirección ecuménico del Tiempo de la Creación.
«Mi pensamiento se dirige a las más de 1.100 personas fallecidas en los últimos días por las olas de calor en Portugal y España, los 5 millones de habitantes de México que se quedaron sin agua y las temperaturas saharianas de 40 grados registradas en Londres, dijo Leaño y advirtió: «Estamos llegando a un punto de quiebre».
«La inacción ya no es aceptable», prosiguió, se necesitan acciones concretas «un nuevo acuerdo multilateral para detener la destrucción de ecosistemas y la extinción de especies» y «reducir a cero el efecto invernadero neto por emisiones de gases lo más rápido posible». La invitación es a caminar juntos en la fe y el compromiso porque «toda iniciativa será una pieza esencial del mosaico que solo se puede construir juntos».
Escuchar la voz de la creación
«Las religiosas haremos nuestra parte, aseguró la hermana Mary John Kudiyiruppil, secretaria ejecutiva adjunta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), durante la presentación del mensaje del Santo Padre en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
«Escuchar la voz de la creación y el grito de angustia de nuestra hermana la Madre Tierra», por los atropellos que también afectan la vida de los pobres, indígenas, jóvenes y viejos», explicó a los periodistas, «requiere una profunda escucha que hoy a menudo está ausente y que es algo más que oír: es una contemplación que nos abre a escuchar las múltiples voces de la creación, a nutrirnos de su belleza y abundancia y a perturbarnos por su desfiguración y destrucción».