(NCR/InfoCatólica) La Ley de Protección de la Salud de la Mujer, que la Cámara aprobó en una votación de 219-210 el viernes, es «el proyecto de ley de aborto a petición más injusto y radical que nuestra nación haya visto jamás», escribieron el arzobispo William Lori de Baltimore y el cardenal Timothy Dolan de Nueva York en una declaración del 18 de julio.
«Responder a las necesidades de las mujeres promoviendo el aborto electivo financiado por los contribuyentes, como haría este proyecto de ley, es un grave mal y un fracaso en el amor y el servicio a las mujeres», dijeron el arzobispo Lori, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB, y el cardenal Dolan, presidente del Comité de Libertad Religiosa del organismo episcopal.
«Ofrecer abortos gratuitos o de bajo coste, en lugar de aumentar los recursos que las mujeres necesitan para cuidarse a sí mismas y a sus hijos, no es una 'elección', sino coacción y abandono insensible», dijeron.
Dado que los demócratas carecen de los votos necesarios para superar el filibusterismo republicano, no se espera que el proyecto de ley sea aprobado en el Senado.
Sin embargo, los demócratas proabortistas, incluidos el presidente Joe Biden y la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, han hecho de la eventual aprobación de la Ley de Protección de la Salud de la Mujer una pieza central de los planes para anular la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. del 24 de junio en el caso Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, que anuló el derecho constitucional al aborto en todo el país.
La Ley de Protección de la Salud de la Mujer obligaría a los estadounidenses a financiar el aborto con el dinero de los impuestos y forzaría a los proveedores y profesionales de la salud a realizar o facilitar los abortos, advierte la declaración de la USCCB. Los obispos señalaron que las aseguradoras y los empleadores también tendrían que ayudar a pagar los abortos «en contra de sus creencias profundamente arraigadas.»
«El simple hecho de repetir el mantra de que el aborto es asistencia sanitaria no hace que lo sea», indicaron el arzobispo Lori y el cardenal Dolan. «Acabar deliberadamente con la vida de seres humanos indefensos y sin voz es la antítesis de la asistencia sanitaria».
En respuesta a la aprobación de la Ley de Protección de la Salud de la Mujer, los obispos estadounidenses promovieron una alternativa provida al aborto: un ministerio parroquial dirigido por la USCCB llamado Standing With Moms in Need.
«Imploramos a quienes ven el aborto como una 'solución' legítima a las necesidades de las mujeres que abandonen este camino de muerte y desesperación», escribieron el arzobispo Lori y el cardenal Dolan. «En su lugar, invitamos a todos a unirse a nosotros en la búsqueda de una visión que presentamos en Standing With Moms in Need, una visión que defiende la verdad de que toda vida humana es sagrada e inviolable - una sociedad en la que la protección legal de la vida humana va acompañada de un profundo cuidado de las madres y sus hijos.»
La iniciativa pide a las diócesis, parroquias y organismos católicos que proporcionen recursos a las mujeres que se enfrentan a embarazos inesperados o difíciles. Entre los programas se encuentran Walking With Moms in Need (Caminando con las madres necesitadas), que ayuda a las madres embarazadas y a las que están criando a sus hijos, y el Project Rachel Ministry (Proyecto Raquel), que ofrece curación post-aborto y apoyo para la pérdida del embarazo.
Los obispos concluyeron:
«Exhortamos a nuestra nación a dar prioridad al bienestar de las mujeres, los niños y las familias, tanto con recursos materiales como con acompañamiento personal, para que ninguna mujer se sienta nunca obligada a elegir entre su futuro y la vida de su hijo».