(Buhardilla/InfoCatólica) Publicado en "The Cause for the Canonisation of John Henry Cardinal Newman"
-¿Cuál fue la conexión entre John Henry Newman y Littlemore?
Newman fue nombrado vicario de Santa María Virgen, la Iglesia de la Universidad de Oxford en 1828. Littlemore, situado en los alrededores de Oxford, había sido parte de la parroquia de Santa María durante siglos. Por esto, Newman también se convirtió en el vicario de Littlemore. A pesar de ser un intelectual célebre con una enseñanza de peso, él amaba cuidar de sus parroquianos y visitaba la pequeña y hasta ese entonces bastante abandonada aldea de Littlemore varias veces a la semana. Construyó una iglesia para el lugar, Santa María y San Nicolás, entre 1835 y 1836, y una escuela en 1838. Siguió siendo vicario de Santa María y de Littlemore hasta septiembre de 1843, cuando renunció a su ministerio debido a que sus dudas sobre la validez de la Iglesia de Inglaterra eran demasiado fuertes.
-¿Cuándo se mudó allí permanentemente? ¿Por qué?
Newman se mudó a Littlemore en abril de 1842 para crear un lugar de oración y estudio. En 1841 había publicado el Tracto 90 en el que, con una serie de doctos argumentos, intentaba reconciliar los 39 artículos de la Iglesia de Inglaterra con la cristiandad católica. El resultado fue un intenso conflicto tanto en la Universidad como entre los obispos anglicanos. Newman se daba cuenta de que tenía que encontrar una respuesta a la apremiante pregunta: ¿estaba equivocado, o la Iglesia anglicana estaba en cisma? En Littlemore alquiló “Las Cabañas” en College Lane, que había sido uno de los lugares de descanso de los carruajes. Allí reacomodó las construcciones según sus necesidades. El antiguo establo se transformó en su biblioteca, y el granero en pequeñas cabañas donde él y sus amigos pudieran compartir una vida de estudio, oración y penitencia. Al edificio lo llamó “la casa de la Bienaventurada Virgen María en Littlemore”.
-Es bien sabido que fue en Littlemore donde Newman se convirtió a la Iglesia Católica. Cuéntenos algo más al respecto.
Newman y sus amigos en Littlemore compartían un deseo: encontrar la verdad, para poder servir mejor a Dios. Todos se habían criado en la Iglesia de Inglaterra, pero cada vez estaban menos convencidos de que fuera la verdadera Iglesia de Cristo. Para Newman este proceso fue particularmente difícil, considerando la gran influencia intelectual y espiritual que había ejercido en dicha comunión eclesial. Sabía que la decisión de dejar el anglicanismo traería consecuencias para muchas otras personas. Después de años de oración, ayuno y estudio, vio claramente que la Iglesia Católica Romana era la misma Iglesia que la Iglesia de los Apóstoles y de los primeros cristianos. Supo en conciencia que tenía que unirse a ella si quería ser salvado.
La Providecia Divina lo ayudó, enviándole al Beato pasionista Dominic Barberi. Los dos se habían encontrado brevemente en 1844, y Newman había quedado impresionado por su santidad. Cuando Newman ya se había decidido a ser recibido en la Iglesia en octubre de 1845, oyó que el Beato Dominic viajaría por Oxford. A través de un amigo mutuo John Dobrée Dalgairns, Newman le pidió al pasionista que lo visite en Littlemore. Cuando bien entrada la tarde del 8 de octubre Dominic Barberi llegó al lugar, empapado por el viaje, Newman no dudó un instante, se arrodilló frente a él y le pidió ser recibido en la Iglesia. Luego comenzó su confesión general, que había preparado los días previos, y que duró varias horas. El rito de recepción, que incluyó el Bautismo bajo condición, tomó lugar en la capilla contigua a la habitación privada de Newman, la tarde del 9 de octubre. Dos de sus amigos, Richard Stanton y E. S. Bowles fueron recibidos al mismo tiempo. Newman nunca se arrepintió de su decisión. En su Apologia, pero también en muchas cartas, da testimonio de la paz interior que siempre lo acompañó como católico, a pesar de que, como es bien sabido, no se vio libre de dificultades tanto de fuera como de dentro de la Iglesia.
-Cuéntenos sobre la Familia Espiritual “La Obra” y cómo llegó a verse involucrada con Newman y Littlemore.
La Familia Espiritual del Trabajo se originó en Bélgica en 1938. La Madre Julia Verhaeghe, nuestra Fundadora, se inspiró en la cartas de San Pablo. Ella fue un instrumento de Dios para traer a la Iglesia un nuevo carisma. La fundación recibió el reconocimiento pontificio como una “familia de vida consagrada” en el 2001. Nuestra primer tarea es crecer en la unidad con el Dios Trino y entre nosotras, vivir en una fe confiada, con firme esperanza y sincero amor fortalecidas por los Sacramentos y una vida de oración. Somos llamadas a reflejar la belleza de la Iglesia como Familia de Dios. Estamos amorosamente disponibles para servir a la Iglesia en las formas en que nos guíe la Divina Providencia. No tenemos un apostolado específico y no excluimos ninguno.
La Madre Julia no conocía sobre Newman cuando la comunidad se inició. En los ’60, un sacerdote le aconsejó leer una antología de Newman. A la Madre Julia le impresionó mucho, y reconoció en Newman un alma gemela. A principios de los ’70 le pidió a nuestra Hermana Lutgart Govaert que hiciese su doctorado en la mariología de Newman. Poco a poco, la Madre Julia fue reconociendo que era Voluntad de Dios que “La Obra” ayudase a hacer que el don particular del amor de John Henry Newman por Cristo y Su Verdad fuera fructífero para la Iglesia en nuestros tiempos. En el Año Santo 1975, “La Obra” organizó un Simposio sobre Newman. Para la preparación, hicimos contactos personales con el Oratorio, con muchos expertos internacionales sobre Newman, con la Jerarquía de la Iglesia, y con estudiantes y eruditos de las universidades y seminarios de Roma.
Para entonces, Newman estaba casi olvidado en los círculos académicos de Roma, algo que hoy es difícil de imaginar. El Simposio ayudó a inspirar a los estudiantes de las universidades pontificias romanas a estudiarlo, y ayudó a desterrar el prejuicio de que Newman no era valorado en Roma. Como continuación del Simposio, el Papa pidió que se estableciera un Centro newmaniano en nuestra casa en Roma, en la Via Aurelia. Gradualmente, estudiantes y eruditos comenzaron a frecuentar la biblioteca que iba en rápido crecimiento; se desarrolló una viva correspondencia con estudiosos y amigos de Newman en todo el mundo, y el Centro se transformó en un lugar de encuentro y de fraternidad cristiana. En 1976, la Hermana Lutgart fue enviada a Inglaterra, donde trabajó en el Oratorio de Birmingham durante cinco años y ayudó a establecer “Los Amigos del Cardenal Newman”. Hasta el momento, los sacerdotes y las hermanas de la Familia Espiritual “La Obra” han escrito cinco disertaciones doctorales y cinco licenciaturas y masters. La vida y los escritos de Newman han sido un don extraordinario a la cristiandad. Como teólogo, filósofo y maestro, penetró los misterios de nuestra fe, exploró su relación con la razón humana, y presentó con una fuerza inigualable las obligaciones que de ellos se desprenden para nuestras vidas.
En 1986, los Padres del Oratorio de Birmingham preguntaron si las hermanas de nuestra Familia podían ir a vivir a Littlemore, para ayudar en la dirección de “The College” y dar la bienvenida a los visitantes. Desde entonces, se ha hecho mucho en ese lugar tan querido por Newman. Littlemore se ha vuelto a transformar en un lugar de oración y de estudio. Además del de Littlemore, “La Obra” ha establecido Centros newmanianos en Bregenz (Austria) y Budapest (Hungría), con bibliotecas especializadas en Newman que contienen artículos que no se encuentran fácilmente en cualquier parte. Han llegado estudiantes y expertos de todos los continentes en sus investigaciones sobre Newman. En Littlemore, ofrecemos alojamiento a los estudiosos y amigos de Newman en nuestras habitaciones para huéspedes. Hemos publicado varios libros sobre Newman y hemos dado muchas conferencias sobre su vida y sus escritos; dos de nuestras hermanas dieron cursos de Newman en la Ponitificia Universidad Urbaniana en Roma. Cada año producimos un boletín informativo y lo publicamos en cuatro idiomas. Tenemos una página web con una bibliografía continuamete actualizada de Newman, que es visitada frecuentemente por los estudiosos y amigos de Newman.
La erudición de Newman estuvo siempre íntimamente unida con su vida de oración. Desde el inicio de nuestros trabajos en torno a Newman, los que se acercaban para estudiar en nuestra biblioteca newmaniana en Roma han querido unirse a la oración de la comunidad. En los lugares en donde estamos y por todo el mundo, a través de la comunicación, animamos a la gente a que pida a Newman su intercesión por sus intenciones y a que se una a las muchas personas que rezan a Dios por la canonización de Newman.
-¿Qué clase de visitantes reciben actualmente en Littlemore?
En Littlemore, experimentamos cuán amado y conocido es Newman en todo el mundo. Los visitantes llegan de los cinco continentes. Muchos de ellos son católicos, pero no exclusivamente. Newman también atrae profundamente a cristianos no católicos. Los visitantes vienen solos o en grupos. Les ofrecemos una visita guiada por la antigua biblioteca que ahora contiene – además de la excelente colección de libros, reunidos con la ayuda de los muchos “Amigos de Newman” – una exhibición permanente sobre Newman, que nos ofrece la oportunidad de narrar su vida. El punto culminante es la visita a la habitación de Newman y a su capilla, en la que el Señor Eucarístico ha estado presente desde 1990. Los grupos pequeños a meundo tienen el privilegio de celebrar la Misa en la capilla. Podemos mostrar a los visitantes la iglesia parroquial anglicana, Santa María y San Nicolás, construida por Newman, y otros sitios en Littlemore que son de interés para los que se acercan por Newman. Si los grupos lo desean, los guiamos a los principales lugares asociados con Newman en Oxford: Santa María, y las dos facultades de Newman, Trinity u Oriel. En Littlemore hay disponibles ocho habitaciones para los que vienen por retiros individuales, por estudio, o simplemete para tomar nuevas fuerzas por estar en este lugar de paz.
Buscamos vivir según el lema de Newman cor ad cor loquitur, ya sea en nuestros cuidados diarios de Littlemore y sus jardines, en el mantenimiento de este lugar tan importante en la historia de la cristiandad en Inglaterra, o en nuestra recepción de aquellos que vienen a rezar, a visitar o a quedarse. En el mismo espíritu ofrecemos también eventos especiales a lo largo del año, como la peregrinación newmaniana anual, la caminata nocturna de Oxford a Littlemore entre el 8 y el 9 de octubre, organizada junto con el Oratorio de Oxford, las Cuarenta Horas de oración antes de Cuaresma, etc. Por casi dos décadas, el grupo Cor ad Cor se ha reunido mensualmente para una tarde de lectura y debate, y para la adoración eucarística en la capilla de Newman. También estamos involucrados en la parroquia católica local en diferentes formas (la catequesis, la música en las celebraciones litúrgicas, la organización de jornadas de oración, la visita de los ancianos en sus hogares, etc.), y mantenemos contacto con personas de distintos orígenes a los que tratamos de ayudar en sus vidas de fe. Tenemos el privilegio de poder ser los guardianes de este lugar de gracia, donde Newman encontró “una respuesta a sus oraciones” (Letters and Diaries of John Henry Newman Vol 11, p. 133).
-En definitiva, ¿cuál es el mensaje de Littlemore?
Sobre todo, Littlemore nos ayuda a comprender la profunda conexión, en la vida de Newman, entre el estudio, la oración, y el amor al pueblo de Dios. Ésta es la llave para comprender su conversión. Actualmente, muchos desean separar la caridad de la verdad. Newman, en contraste con esto, nos enseña la íntima conexión en la vida cristiana del pensamiento, la caridad pastoral y la amistad con todos y con Dios. Divorciar su obra intelectual de su vida, tanto de clérigo anglicano como de sacerdote católico, es no comprender la unidad de su personalidad – perfeccionada por la Gracia – y su profunda importancia para nuestros tiempos.