(Infobae/InfoCatólica) El cardenal indicó que las autoridades eclesiásticas de las parroquias deben pedir permiso al jefe de plaza para llevar a cabo las fiestas patronales y, a su vez, el crimen organizado les exige el 50 por ciento de lo recaudado en los festejos.
«Le exigen a uno decirle de dónde viene, a dónde va, a qué se dedica, qué hace, o sea que eso es como lo más normal, lo más natural», declaró el purpurado durante una rueda de prensa.
Sus declaraciones siguen a las que hizo Mons. Sigfrido Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, quien vivió una situación similar en Huejuquilla el Alto en tierras tapatías. «El percance que sucedió al señor obispo, no debemos acostumbrarnos, pero es el pan de cada día», denunció el cardenal Robles Ortega.
Asimismo, dio a conocer que no es la primera vez que pasa por esta situación, al tiempo que agregó no tener miedo aunque guarda precaución. El prelado pidió a las autoridades federales que brinden seguridad y protección a los habitantes de la región, pues se enfrentan condiciones de alta inseguridad.
«No es la primera vez que me pasa. Ya he ido para esos rumbos y están establecidos esos retenes ahí, con armas gruesas, armas largas», agregó.
El cardenal aprovechó para lamentar la situación de violencia generalizada que actualmente se vive en México, pues -comentó- los sacerdotes al ser ciudadanos que no piden privilegios al transitar, también padecen esa inseguridad. «A todos los que pasan, les hacen lo mismo. Lo que yo digo es: por qué, con qué autoridad un grupo del crimen organizado te obstruye, te detiene, te investiga»