(BBC/InfoCatólica) La decisión de la IRL se produce en un momento en el que varios deportes están considerando la inclusión de los transexuales. El domingo se prohibió a los nadadores transexuales participar en las competiciones de élite femeninas si han pasado por la pubertad masculina.
El presidente de la Asociación Mundial de Atletismo, Lord Coe, insinuó a la BBC que su deporte podría seguir el ejemplo de la natación, afirmando que se va a discutir la adopción de una nueva política de elegibilidad y que «la equidad no es negociable».
La IRL declaró que había tenido en cuenta «los acontecimientos relevantes en el deporte mundial» para tomar la decisión de prohibir la participación de «jugadores (mujeres trans) masculinos» hasta que haya completado la investigación sobre su política de inclusión definitiva.
La prohibición se aplicará a la Copa del Mundo que se celebrará en Inglaterra en octubre, en la que participan equipos de Australia, Brasil, Canadá, Islas Cook, Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda y Papúa Nueva Guinea.
«Es responsabilidad de la IRL equilibrar el derecho del individuo a participar -un principio de siempre de la liga de rugby que está en su corazón desde el día en que se estableció- contra el riesgo percibido para otros participantes, y garantizar que todos reciban una audiencia justa», dijo la organización.
Como cabía esperar, la medida no ha sentado bien en los grupos que defiende el supuesto derecho de los transgénero a participar en plano de igualdad en competiciones deportivas.
«La prohibición general de que las mujeres trans jueguen contra otras mujeres puede violar los principios internacionales de derechos humanos de no discriminación, que exigen que estas políticas partan de un lugar de inclusión», dijo Anna Brown, directora general de Equality Australia.
Diversos expertos han señalado que siendo el rugby un deporte de mucho contacto, la superioridad física de los transgénero, biológicamente de sexo masculino, supone un serio problema, e incluso peligro, para las mujeres.