(Efe/InfoCatólica) «Con el crimen organizado habría que trabajar regionalmente o continentalmente, porque sabemos que a eso también está unido el tráfico de armas, el tráfico de drogas, el tráfico de personas», declaró el prelado católico en una entrevista con Efe.
Tras recordar que el crimen organizado no está solo en Paraguay, mencionó los nexos de este delito con el tráfico de órganos o con los niños que «desaparecen cotidianamente» en el país, sin que sus casos sean a veces denunciados.
«Hay muchos males que vemos con mucha preocupación», añadió Martínez al aludir a los retos que afronta la Iglesia Católica como voz de sus feligreses.
El prelado consideró como una de las misiones de la Iglesia «echar luces en situaciones donde hay oscuridades», pero admitió que también apelan a que las instituciones puedan combatir estos males.
Por otro lado, Martínez aludió al compromiso de la Iglesia de atender las distintas necesidades y tejer «redes de ayuda».
«Sabemos que no estamos para solucionar todos los problemas de los pobres, pero subsidiariamente sí podemos colaborar y también hacer nexo con el Estado para que pueda elevar el nivel de vida y de bienestar de las personas», aseguró.
Al referirse a Iberoamérica, que recordó fue considerada por Pablo VI y Benedicto XVI como el continente de la esperanza, resaltó que exhibe «nuevos impulsos a pesar de las dificultades».
«El 80 % de los países latinoamericanos son de católicos bautizados», afirmó el futuro cardenal, para quien la esperanza «siempre está en construcción».
Catolicismo en retroceso
La realidad es que en la mayor parte de los países iberoamericanos, el catolicismo está en franco retroceso. Cada vez son más los bautizados católicos que se pasan a las confesiones protestantes evangélicas, sobre todo las pentecostales, así como a las sectas pseudo-cristianas, o caen el terreno de la secularización y la indiferencia religiosa.