(InfoCatólica) Según ACAI, los datos del estudio indican «que la mayoría de las mujeres eligieron el método instrumental (78%) alegando mayor rapidez y seguridad y menor consciencia del procedimiento debido a la sedación. El perfil resultante era una mujer madura con hijos, sin diferencias en cuanto a la semana de gestación. Por otro lado, aquellas que optaron por el farmacológico (22%) lo hicieron mayoritariamente por miedo a la intervención, tratándose de mujeres mayoritariamente jóvenes, sin hijos y de pocas semanas de gestación».
«Los datos correspondientes al dolor y el sangrado durante el procedimiento» de matar y retirar los restos biológicos del no nacido «apuntan a una mayor presencia de dolor en el método farmacológico en comparación con aquellas aspiraciones en las que se hizo uso de anestesia local paracervical, si bien en aquellas en las que se usó sedación o anestesia general los niveles de dolor son 0.»
«De igual forma ocurre en los días posteriores», explica la patronal abortista, «en los que un 16% más de mujeres que optaron por el método farmacológico declaran sentir dolor, siendo éste además de mayor intensidad y duración».
Por último, las mujeres que optaron por matar a sus hijos no nacidos «de forma instrumental reportaron un 7% de efectos secundarios y un 0.5% de complicaciones, mientras que el 58% de aquellas que eligieron el farmacológico reportaron efectos secundarios y un 20.5%, complicaciones, principalmente derivadas de la evacuación incompleta del útero», es decir, derivadas del hecho de que los restos de sus hijos ya fallecidos quedan todavía dentro de su cuerpo.
El estudio, cuya seriedad científica no tiene por qué ponerse en cuestión, viene a indicar que es mejor que las mujeres aborten pasando por un abortorio a que lo hagan en sus casas tomando pastillas. Obviamente eso supone más dinero para el negocio del aborto.
El estudio de ACAI llega tras la aprobación por parte del Consejo de Ministros del un nuevo proyecto de ley del aborto, que anima al uso de medicamentos para abortar.