(Katolische/InfoCatólica) En Würzburg, el obispo Franz Jung ordenó a un nuevo sacerdote el sábado de Pentecostés. En las otras cuatro diócesis, las ordenaciones sacerdotales tienen lugar tradicionalmente en torno a la solemnidad de Pedro y Pablo (29 de junio). El obispo Stefan Oster ordenará a tres jóvenes en Passau el 25 de junio. Ese mismo día se ordenará un candidato en Bamberg y otro en Ratisbona.
El obispo Rudolf Voderholzer también ordenará a cinco candidatos para la diócesis india de Nellore. La diócesis de Ratisbona lleva muchos años cooperando con esta diócesis. Otro candidato recibe la ordenación para el Oratorio de San Felipe Neri en Aufhausen. Al día siguiente, 26 de junio, tres hombres serán ordenados sacerdotes diocesanos en Augsburgo.
Ha caído la reputación del sacerdocio
A la vista de los dato, el rector del seminario de Ratisbona, Martin Priller, dijo al CBA que la reputación de la Iglesia católica y de la profesión sacerdotal en particular había sufrido mucho en los últimos años. Esta observación fue compartida por los rectores de los seminarios de la Conferencia de Rectores de Alemania. Para los jóvenes que se plantean ser sacerdotes, se han levantado grandes obstáculos. Tienen que hacer frente a los prejuicios; al mismo tiempo, se ven sometidos a una notable presión para justificarse ante sus amigos y su propia familia.
Según Priller, las discusiones internas de la iglesia sobre el ministerio sacerdotal, hasta el punto de cuestionarlo fundamentalmente, intensifican la crisis inicial. Por ello, el número de participantes en los seminarios es bajo. Además, los interesados se ven disuadidos por el creciente tamaño de las estructuras pastorales y el aumento de las tareas administrativas. Se preguntan cómo pueden ser pastores en estas circunstancias.
Su colega de Eichstätt, Michael Wohner, sucesor de Priller como presidente de la Subconferencia de Rectores de Baviera, añadió que las diócesis con estructuras parroquiales aún pequeñas, como Eichstätt, parecen ciertamente atractivas para los solicitantes de otras diócesis. Así lo demuestran las consultas correspondientes. Sin embargo, muchos candidatos se dejan llevar por el miedo a la soledad y las exigencias excesivas. El deseo de comunidades y de apoyo humano es grande.
Cada vez es más evidente que los interesados en el sacerdocio prefieren integrarse en una comunidad religiosa, señalan los rectores. Allí aprecian el apoyo de una comunidad o ven más realizada su idea de actividad sacerdotal en el respectivo carisma religioso.