(InfoCatólica) «Toda la vida de estas hermanas era una verdadera entrega al servicio de los enfermos, los pequeños, los pobres, los más necesitados. Su amor desinteresado fue heroico hasta el punto de que decidieron no huir del Ejército Rojo que se acercaba a finales del año 1944 y al inicio del 1945. Y ello a pesar de las noticias sobre su brutalidad y las atrocidades cometidas por sus soldados contra los habitantes de Prusia Oriental». - dijo en su homilía el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, que presidió la misa de beatificación en la catedral de Wrocław.
El cardenal Semeraro subrayó que el martirio de las 10 monjas isabelinas recuerda la violencia, la crueldad y el odio mostrados ahora contra Ucrania. En su homilía, señaló que los gestos de amor desinteresado y de preocupación por los demás construyen la paz y son una respuesta a la violencia que se produce ante una situación de guerra.
Ante los continuos conflictos bélicos, el jerarca animó a rezar con fervor por la intercesión de los nuevos beatos. «Pedimos al Señor por su intercesión que el mundo no vuelva a carecer de respeto por la mujer, de su dignidad igual a la del hombre y de protección de la maternidad. (...) Hoy les encomendamos de manera especial al pueblo ucraniano, a los migrantes y a nuestra búsqueda de la paz». - dijo en su homilía.
El Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos ha recordado las palabras del Papa Francisco en las que el Santo Padre agradece a los polacos que hayan sido los primeros en apoyar a Ucrania «abriendo sus fronteras, sus corazones y las puertas de sus casas a los ucranianos que huyen de la guerra.»
La hermana Maria Paschalis Jahn, nació el 7 de abril de 1916 en Nysa. Después de hacer sus votos religiosos, permaneció en Kluczbork, Glubczyce, Nysa y, posteriormente, en la actual República Checa. El 11 de mayo de 1945, la hermana Paschalis fue brutalmente atacada por un soldado soviético, defendiendo su castidad y su fe, y fusilada por él. La hermana, al igual que otras 9 hermanas, aunque vivían en diferentes lugares y desempeñaban distintos trabajos, permaneció fiel a su vocación hasta el final, dando su vida en defensa de las vidas de los demás, de las cuales cuidaba.
Las hermanas isabelinas subrayan que la beatificación de las 10 monjas es un símbolo de recuerdo de la trágica muerte de todas las monjas que murieron a manos del Ejército Rojo en 1945. Calculan que sólo en su congregación murieron más de 100 hermanas en circunstancias similares.
La Congregación de las Hermanas de Santa Isabel fue fundada en Nysa en 1810. El objetivo principal de la congregación es el servicio desinteresado a los necesitados, especialmente a los que sufren y a los enfermos. Actualmente, la Congregación de las Hermanas de Santa Isabel está presente en 19 países de Europa, Asia, África y Sudamérica. En la actualidad, unas 1000 hermanas trabajan en hospitales, guarderías, escuelas y parroquias. Las hermanas dirigen centros comunitarios, residencias de ancianos, orfanatos, instituciones educativas e internados.
En la Iglesia, la conmemoración litúrgica de Sor Paschalis Jahn y sus compañeras, mártires de la Congregación de Santa Isabel, se celebrará anualmente el 11 de mayo.